Hasta hace unos días era posible mantenerse al tanto de las actividades de la Casa Blanca en español, pero el gobierno de Trump acaba de eliminar esa opción.
Actualmente, hay más de 57 millones de hispanos en Estados Unidos y su relevancia en la vida política, económica y social resulta innegable.
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Aún así, al intentar entrar a la web de la Casa Blanca en español, nos topamos con un mensaje que revela que alguien en el gobierno de Trump se tomó el tiempo de cerrarle la puerta virtual del gobierno de Estados Unidos a la población hispana que aún no sabe inglés.
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El mensaje es una declaración de que Trump hablaba en serio cuando dijo que llevaría a cabo su idea de hacer ‘grande a Estados Unidos’, pero ¿a costa de su comunidad más grande de ciudadanos con herencia hispana?
Aún no se sabe si el canal principal de comunicación del presidente Trump para los hispanohablantes será cerrado de manera permanente para realizar algún tipo de renovación, pero en internet se baraja una gran cantidad de hipótesis catastrofistas al respecto.
Así lucía la web de la Casa Blanca en español durante la administración Obama
Actualmente, el español es la segunda lengua más hablada de Estados Unidos, pues 50 millones de sus ciudadanos la usan de manera habitual.
Desde los primeros días de la administración Trump, varios sitios web que compartían la postura oficial del gobierno respecto a los derechos de la comunidad LGBT y el fenómeno del Cambio Climático fueron clausurados.
Durante los ocho años de gobierno de Barack Obama, la comunicación de la Casa Blanca se había tornado bilingüe, lo que abrió canales de comunicación especializados para los hispanohablantes dentro y fuera de Estados Unidos.
La página de Wikipedia de Whitehouse.gov aún indica que tiene una versión en español
Por otro lado, el perfil de Twitter de la Casa Blanca en español también fue ‘congelado’ y enviado al acervo de páginas web de la Administración Nacional de Archivos y Registros.
Hasta el momento se desconoce la forma en la que Trump y su gabinete llevarán la información sobre su gobierno a quienes no hablan inglés, pero el discurso nacionalista que al que le debe la presidencia sugiere que en Estados Unidos se iniciará una campaña la herencia lingüística y cultural de millones de sus ciudadanos.
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