Hace unos meses la noticia del smartphone indio de cuatro dólares tomó al mundo de la tecnología por sorpresa, pero hoy se descubrió la verdad al respecto.
Resulta que todo era un fraude. No había teléfonos suficientes para satisfacer la demanda y los pocos que había no podían costar más de 40 dólares, un precio mucho más cerca de la realidad.
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Además, hace unas horas las autoridades de la India arrestaron a Mogit Goel, el artífice detrás del fenómeno de la telefonía celular Freedom 251, el teléfono que prometía conectar al mundo, bajo varios cargos de fraude.
Según los diarios locales, Goel había vendido una cantidad millonaria de teléfonos a varios proveedores de la India sólo para dejarlos con las manos vacías… y con los bolsillos más ligeros.
Así, el teléfono que conectaría a las naciones emergentes al resto del mundo llega a su fin, entre un escándalo de fraude, un encarcelamiento y la decepción de millones que aspiraban a tener un smartphone por sólo cuatro dólares.
Lo que prometía Freedom 251 era demasiado bueno para ser cierto, pero puede que, quizá algún día, exista un emprendedor comprometido con su público que sí acabe entregando lo que prometió.
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