En las últimas décadas, algunas de las compañías más importantes del planeta han protagonizado descalabros de proporciones históricas que no hemos podido olvidar.
Relacionado: ¿Qué significa la información de las etiquetas en los productos? Esta app te lo dice
Algunos son resultado de experimentos técnicos y otros caprichos de la cúpula corporativa de la casa que los produce, pero lo que es innegable es que, sin importar lo que ofrecían, no acabaron de convencer a nadie.
Microsoft Zune
La firma cofundada por Bill Gates quiso competir con el monstruoso éxito del que Apple gozaba con su iPod usando al Zune como principal arma.
Si no te suena el nombre es porque su triste y trágica vida comercial (2006-2011) pasó desapercibida por muchos, no sólo por su mal diseño y pésima campaña de mercadeo, sino porque simplemente la gente estaba demasiado ocupada con los productos de Cupertino como para hacerle caso a lo que sea que oliera a Microsoft.
Virtual Boy de Nintendo
Esta máquina fabricaba náuseas y desagrado entre los gamers que se atrevieron a pegársela al rostro para vivir algunas de las experiencias virtuales más arcaicas y nauseabundas que la tecnología de los noventa podía ofrecer.
Su diseño falló. Su campaña de mercadeo aún más. Su limitado catálogo de menos de 35 juegos fracasó y sus gráficos de color carmesí sobre un vacío negro acabaron por sepultar el primer y último intento de Nintendo por entrar a la realidad virtual.
Google Wave
Hasta la fecha nadie sabe explicar a ciencia cierta de qué iba este producto lanzado en 2009 y enterrado definitivamente en 2010.
Algunos dicen que era una herramienta demasiado complicada como para enamorar a una gran cantidad de usuarios, y otros que fue de las primeras víctimas de la intensa simplificación de las redes sociales.
MiniDisc
Después del .MP3 y antes de la conquista completa del iPod sobre el mundo musical apareció el MiniDisc de Sony.
Este intento por dominar el mundo de la música ofrecía un formato con mayor capacidad de almacenamiento que un disco compacto común pero en la mitad de espacio.
Ni siquiera en Japón tuvo éxito este producto, mismo que no tardó de morir debido al implacable avance de iTunes y el iPod en el mercado.
Pippin de Apple
Antes de Mario Run para iPhone y iPad, Apple coqueteó con el mundo de los videojuegos con un producto tan sofisticado, feo y adelantado a su época que a nadie le gustó, el Pippin.
Nacido de los rincones más oscuros de la mente de los diseñadores de Cupertino, el Pippin era escandalosamente caro ($599) para la época y su catálogo de juegos abismalmente pobre.
Mac Cube
Esta monstruosidad es una de las manchas más indelebles en la historia de Apple.
Su precio de $1.500 dólares eclipsaba al de otras computadoras del mercado y su público objetivo: profesionales del diseño y blogueros, jamás se enamoró de ese cubo tecnológico poco atractivo.
En 2001 el Mac Cube abandonó las tiendas. Su vida comercial duró menos de un año.
Discos Zip
En los noventa, ese espacio de tiempo en el que los disquetes de 3,5″ aún no se iban y los CDs no entraban de lleno al mundo de las computadoras, se creó la aberración que unos pocos enterados conocieron como los Discos Zip.
Prometían más capacidad de almacenamiento, pero su pésimo diseño y ominosos ruidos de potencial de distracción infinito derrumbaron toda posibilidad de que el formato se consolidara.
¿Qué opinas sobre estos productos? ¿Quién más se ha equivocado al lanzar un producto demasiado valiente o tradicional para el público?
Nokia N-Gage
En 2003 Nokia se atrevió a ser el primero en combinar los teléfonos móviles con los videojuegos de una forma agresiva y directa.
El resultado fue una engorrosa consola portátil con funciones de comunicación que tenía malos juegos y aún peores características que lo alejaron del gusto y preferencia del público.
¿Qué opinas sobre esta lista? Comparte tu opinión con nosotros.
