Estos ingenieros aeroespaciales construirán un cohete usando sólo impresoras 3D, prescindiendo del trabajo humano para que los cohetes sean más baratos y más rápidos de producir.
Los ingenieros Tim Ellis y Jordan Noone, a través de su startup Relativity Space buscan imprimir cohetes en 3D para reducir los costos de los lanzamientos, de 100 millones de dólares a 10 millones.
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Para lograrlo construyeron incluso sus propias impresoras que constan de brazos robóticos de más de cinco metros de largo con láseres capaz de fundir una corriente constante de aluminio en metal líquido para darle forma.
Estos brazos vierten ocho pulgadas de metal líquido por segundo en una plataforma giratoria guiados por un software que monitorea su velocidad y la integridad del metal.
Y pueden crear todo el cuerpo del cohete como una sola pieza en un mes, en comparación de los actuales procesos de fabricación que requieren cientos de personas trabajando durante meses.
Ellis trabajó en Blue Origin, la empresa de cohetes del CEO de Amazon, Jeff Bezos, mientras Noone lo hizo en SpaceX de Elon Musk, encargándose del diseño de motores.
Actualmente han fabricado un tanque de combustible de dos metros de ancho por cuatro de alto en unos días y un motor en semana y media.
Los autores de este proyecto afirman que la producción de cohetes es cara porque el 80 a 90 por ciento del costo es destinado a la mano de obra y por ello eliminar a los humanos de la producción de estos artefactos.
El objetivo es que su cohete integre mil piezas móviles, mucho menos de las que tenía el transbordado (2.5 millones), por ello se encuentran trabajando con aleaciones para que sus metales sean más adecuados para la impresión 3D.
En junio realizaron una prueba exitosa del su motor impreso que produjeron en una instalación de la NASA en Mississippi.
La impresión del cohete está prevista para mediados de 2020, el cual tendrá 27 metros de altura y 2 de ancho con capacidad para transportar 900 kilos a órbita.
Sin embargo, estos jóvenes no la tienen fácil, ya que grandes visionarios tecnológicos como Elon Musk ha empleado los avances en electrónica de consumo, software y fabricación para reducir los costos de lanzamiento de entre 100 a 300 mdd a 60 mdd.
Tanto SpaceX, como Blue Origin han trabajado en el perfeccionamiento de cohetes reutilizables que incluso pueden llevar más carga a la órbita.
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