Un consumidor de audífonos acaba de levantar una demanda colectiva contra la empresa estadounidense Bose por supuesto espionaje a través de sus productos.
Según Kyle Zak, autor de la demanda, la firma espía a los usuarios a través de su app Bose Connect y algunos de sus auriculares inalámbricos.
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Zak cree que el funcionamiento de ambos productos viola la Ley de Escucha Electrónica de Estados Unidos al recolectar, transmitir y divulgar la música que escuchan sus clientes a terceras personas con fines desconocidos.
De acuerdo al enfadado cliente, la demanda busca, más que nada, detener a Bose de minar la información relacionada a los gustos musicales de sus clientes, pues estos, además de revelar los artistas que más les gustan, también podrían descubrir la personalidad, edad, inclinación política y orientación sexual de las personas.
Los Bose QuietComfort 35 son unos de los modelos que podrían estarte espiando
Estos metadatos le servirían a Bose para crear una base de datos que ayude a definir la línea comercial con la que se llevarán nuevos productos o ser vendida a grupos de mercadotecnia sin permiso de los clientes.
Zak dijo poder probar como es que Bose ‘comparte información de sus clientes sin su permiso’:
Primero recolectan una gran cantidad de información sobre las selecciones personales de audio de cada usuario, luego la envían a un sitio web con dominio Segment.io y una vez ahí, se envían a un tercero que pagó por esa información.
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De acuerdo a un reporte de Reuters, el demandante le pide a los compradores de los modelos QuietComfort 35, QuietControl 30, SoundLink Around-Ear II, SoundLink Color II, SoundSport Wireless y SoundSport Pulse Wireless de Bose, que se unan a la demanda colectiva, porque estos modelos son los que podrían estar recolectando toda la música y podcasts que escuchan.
Este es uno de tantos casos en los que las empresas supuestamente espían a sus usuarios para vender metadatos o información sobre gustos, hábitos de consumo y preferencias políticas y edad, entre otros datos, a otras empresas sin su permiso.
Habrá que ver cómo se resuelve el caso y estudiar cuánto derecho tienen las empresas a recolectar información de sus clientes y cómo se aseguran de notificarles debidamente de que esto sucederá una vez que use sus productos.
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