Documentos revisados por el New York Times revelan las concesiones casi surreales que ofrece el gobierno de China para mantener la producción del iPhone en su país.
Este tipo de facilidades sería casi imposible de cumplir por Trump, por mucho que quiera mudar la fabricación del smartphone de Apple a Estados Unidos.
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Según su reportaje publicado el jueves 29 de diciembre, Zhengzhou, la ciudad china donde se encuentra Foxconn, la planta en la que se fabrican casi 500 mil iPhones al día, recibe una cantidad industrial de dinero por parte del gobierno chino para continuar siendo atractiva para Apple.
Ubicada a unos 700 kilómetros de Pekín, Zhengzhou es casi un paraíso para la firma de Cupertino, pues las facilidades que le otorga van desde descuentos en el gasto de energía eléctrica hasta la exención de pagos de aranceles en exportaciones e importaciones.
Por estas facilidades, el iPhone se mantiene con un precio competitivo
El diario neoyorquino indica que la planta de Foxconn fue, en parte, pagada por el gobierno local, entidad que puso 600 mil millones de dólares para su edificación y otros mil millones para construir viviendas para sus miles de obreros.
Apple no sólo se beneficia de estas facilidades de logística concedidas por el gobierno chino para mantener su producción ahí, sino también de sus más que generosas ayudas fiscales.
Con estas condiciones, será muy difícil que Apple quiera mudar su producción a Estados Unidos como Trump quiere, y más cuando China es uno de los mercados más lucrativos para la firma tecnológica.
Quizá esta, como muchas promesas de campaña del próximo presidente de EE.UU., sea una muy difícil de concretar.
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