Según Bloomberg, el iPhone 8 se perdió de algo que su competencia directa, el Galaxy S8 de Samsung sí tendrá: un chip compatible con conexiones de alta velocidad.
Esto porque, según las fuentes consultadas por la agencia noticiosa, Apple no llegó a un acuerdo con el gigante de los procesadores Qualcomm, firma que también fabrica este tipo de componentes.
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Por la razón citada, el internet de alta velocidad de hasta 1 gibabit estará ausente del iPhone 8, mientras que el Galaxy S8 sí contará con ella, lo que le ofrecerá una sustancial ventaja de navegación a sus usuarios.
Lo peor de todo esto es que según los expertos, las operadoras telefónicas más importantes de Estados Unidos (Verizon, T-Mobile y AT&T) ya declararon que la velocidad de 1 gigabit en datos móviles será el estándar del futuro, lo que le cerrará las puertas al nuevo terminal de Apple a este paso tan importante en telecomunicaciones.
Aun así, se cree que Apple tiene un as bajo la manga: pedirle a Intel que le fabrique un chip compatible con esta velocidad para meter en sus nuevos teléfonos.
El problema es que estos chips, por la premura del pedido, no llegarán a tiempo para el lanzamiento del nuevo iPhone, lo que podría acabar retrasándolo un par de meses más.
Se cree que el llamado iPhone 8 será presentado entre septiembre y octubre, pero debido a varios problemas de desarrollo y producción, los expertos han fijado su lanzamiento hasta noviembre o incluso diciembre.
Tanto este como otros problemas con las entrañas del aparato podría afectar sus ventas en Estados Unidos, según declararon expertos en el mercado de telefonía móvil.
En el pasado, Apple ya había tenido problemas con la compatibilidad de sus aparatos. En 2007, cuando se lanzó el iPhone original, no había soporte de redes 3G y sus ventas no se vieron tan afectadas como todos creían.
gbt
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