Ricardo Anaya, candidato del PAN a la presidencia de la República, inició sus campañas en Santa Fe, con un hackatón, y después fue a Celaya, Guanajuato donde tuvo un desangelado mitin.
Por esta razón, los analistas políticos consideran que el panista vende una política que no es nada innovadora y que tampoco es cercana a la gente.
Así lo dejó ver Jesús Silva-Herzog Márquez, en su columna del diario Reforma, en la que no tuvo más que críticas para el abanderado de la coalición “Por México al Frente”.
“No es absurdo que el candidato del Frente apueste por el contraste con el candidato puntero y que lo haga para enfatizar juventud, frescura, innovación. Pero está muy lejos de enlazar la promesa tecnológica con la circunstancia mexicana. ¿A quién le habla el candidato del Frente? A decir verdad, no parece muy atractivo que se nos invite a ser mirones de un hackatón”.
Herzog asegura que la modernidad que intenta mostrar Anaya deja mucho que desear.
“La modernidad que abraza el más joven de los candidatos vendrá de la mano de los expertos. Como estrategia de campaña es desastrosa por antipática pero como idea de futuro es insustancial, si no es que aberrante. La promesa es simplemente frívola”.
El columnista indica que no duda que Anaya es bueno para ser elocuente y tiene fluidez a la hora de hablar, sin embargo, no conecta con la audiencia, además de señalar que pareciera que quiere hacer algo innovador, cuando en realidad vende la misma idea, pero con una diferente envoltura.
“Anaya no vende ningún producto atractivo y la política que nos ofrece no puede promoverse como innovación. Si acaso, Anaya nos ofrece un iFax: un nombre nuevo y pretencioso para un producto viejo e inservible. Eso sí: con buena envoltura”.