Si fuiste de los que ignoró el reciente correo de Uber sobre la actualización de términos y condiciones, te tenemos noticias, hay uno en específico que debería preocuparte.
Ese correo del 13 de diciembre te invita a leer dicha actualización puesto que al hacer uso de la app se confirma que leíste, entendiste y aceptaste los nuevos términos.
En los primeros parrafos, Uber aclara que sólo funciona como un intermediario entre los choferes y los usuarios. Es decir, no son sus empleados.
Más adelante, el punto cinco del documento es el que merece especial atención. Titulado: Renuncias; limitación de responsabilidad; indemnidad, señala que …
‘Usted acuerda que todo riesgo derivado de su uso de los servicios y cualquier servicio o bien solicitado en relación con aquellos será únicamente suyo, en la máxima medida permitida por la ley aplicable’.
Con eso, Uber se deslinda del servicio que recibas en cada viaje y de lo que pueda pasarte. No se responsabilizará de ‘daños indirectos, incidentales, especiales, ejemplares, punitivos o emergentes, incluidos el lucro cesante, la pérdida de datos, la lesión personal o el daño a la propiedad, … incluso aunque Uber haya sido advertido de la posibilidad de dichos daños’.
Y eso no es todo, la app se protege ante cualquier acción legal que los usuarios quieran emprender por incidentes o daños mientras haces uso de su servicio.
Según Uber, estas condiciones ya estaban estipuladas desde 2016 y los únicos cambios que realizaron fueron:
– El domicilio de la entidad de Uber
– Nuevos elementos de verificación de identidad que pueden exigirse a los usuarios, por ejemplo, vincular sus cuentas de Facebook para los casos de pago en efectivo; para tener mayor certidumbre sobre la identidad del usuario y mejorar la seguridad.
– Los términos de pago: hacer más visibles las tarifas de limpieza y objetos perdidos para dar mayor transparencia en la retroalimentación de usuarios y socios conductores.
Ahora ya sabes a lo que podrías enfrentar cada vez que tomas un Uber.