Los daneses se encuentran en una disyuntiva: su sociedad es de las que menos desempleo registra cada año y los trabajos que hay son tan bien pagados que nadie renuncia.
Sin embargo, esa situación aparentemente utópica provoca un problema complejo y es que la economía no puede crecer porque hay más vacantes que gente buscando trabajo, lo que ralentiza la industria y el comercio.
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No sólo eso, sino que según los economistas cuando un país tiene una tasa de desempleo tan baja como la de Dinamarca (4.3%), lo que sigue es entrar a una espiral de inflación provocada por un excedente de empleos con sueldos excepcionales.
¡Todos están ganando demasiado bien!
Algunas empresas, por ejemplo, tienen que echar para atrás pedidos millonarios debido a que no tienen suficientes empleados para satisfacer la demanda, y cuando ofrecen vacantes con salarios aún mejores que la media, pocos los toman.
Al respecto se han buscado algunas soluciones. Por ejemplo, se plantea elevar la edad de jubilación con el fin de que los daneses trabajen por más tiempo antes de retirarse.
Otra solución es aceptar el hecho de que, de seguir así, economía nacional subirá poco más de 1% al año, lo que podría ponerla en una situación muy precaria frente al resto del continente en unos 10 o 15 años.
¿Qué hacer en esta situación? Quizá echar mano de la mano de obra calificada extranjera podría ayudar, pues en otros países de Europa o Medio Oriente no les está yendo tan bien en la cuestión laboral. Tal vez ellos quieran ayudar.
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