Los paraderos del Metro de CDMX son el nuevo objetivo de empresarios como Slim y Grupo Gigante para crear centros comerciales, oficinas y hasta edificios departamentales.
La disputa por los paraderos del Metro de la CDMX ya no es sólo entre los vendedores ambulantes, grandes empresarios ya les echaron el ojo también.
El presidente de Grupo Gigante, Ángel Losada, se mostró interesado en integrar al Cetram de Taxqueña un centro comercial, edificios de oficinas y departamentos, después de que la tienda Soriana se derrumbara a causa del sismo del 19 de septiembre.
Como este, existen nueve proyectos para crear centros comerciales en los paraderos del Metro, en los que el Gobierno de la CDMX invertirá 17 mil millones de pesos y entre los que destacan: las estaciones Chapultepec, Constitución de 1917, San Lázaro, Tacubaya y Observatorio.
Más allá del negocio que representa para las empresas que participan en las remodelaciones, como Carso, Gicsa y la paraestatal PROCDMX, la materialización de estos proyectos impulsaría la movilidad, seguridad y economía de los lugares en los que se crearan.
El proyecto de la estación Constitución de 1917 que se espera entre en funcionamiento en un par de años, implica la remodelación de los andenes para transporte público, un centro comercial que incluye cine y área de comida.
En el caso de la estación Chapultepec se creará un centro comercial de tres pisos, un hotel de siete niveles, un complejo de oficinas de 39 pisos y un estacionamiento de cinco niveles, y se prevé que esté listo en cuatro años.
Mientras para Martín Carrera se construirá un área comercial de entretenimiento y servicios, que funcionará en dos años.
Actualmente hay cuatro Cetram que fungen como centro comercial, como el de Cuatro Caminos que abrió en abril de 2017 y fue Grupo Carso quien se encargó de construir sus 160 mil m2.
Además de estos proyectos, existe el Mexipuerto de Ciudad Azteca, construido por Carso con 75 mil m2; el de El Rosario de Carso y PROCDMX, inaugurado a finales de 2013 de 50 mil m2 y el de Buenavista, de la empresa Gicsa, que conecta con el Fórum Buenavista, el cual abrió a finales de 2016.