Aquel hombre que murió a los 101 años de edad no fue el villano de todas las teorías de conspiraciones mundiales que inundan internet.
Tampoco fue el artífice de los incidentes del 11 de septiembre o el que diseñó el plan que seguiría el mundo luego de la Segunda Guerra Mundial.
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Mucho menos fue este hombre el que planeó junto a su camarilla de híper millonarios el Nuevo Orden Mundial.
Sin embargo, David Rockefeller murió siendo el protagonista de casi todas las desgracias que han forjado la historia moderna de este mundo.
La gente suele olvidar que este hombre fue el último nieto vivo de John D. Rockefeller, el fundador de la legendaria dinastía petrolera que cambió la forma en la que el mundo ve a los emprendedores… y al petróleo.
David fue uno de los hijos de John D. Rockefeller Jr. (el dandy de la derecha)
Mucho se puede decir de los Rockefeller, pero lo cierto es que durante su vida muchos de ellos han sido banqueros, alcaldes, gobernadores, habitantes de Nueva York, una urbe que siempre vieron como suya, empresarios petroleros y filántropos.
Cuando David nació en 1915, el apellido Rockefeller ya era referente de lujo, opulencia y éxito en los negocios.
Él, como dicen algunos, nació ‘en cuna de plata’, y los amigos que su abuelo y poderoso padre, John D. Rockefeller Jr., le procuraron, lo hicieron más sabio, mejor en los negocios y mucho más discreto que sus antecesores.
Standard Oil Company fue el origen de la fortuna familiar
David Rockefeller estudió en la Universidad de Harvard, en la London School of Economics y en la Universidad de Chicago, donde obtuvo un doctorado en Economía.
Fue ese conocimiento (y el apellido) lo que lo llevó a ser consejero de presidentes, amigo de los poderosos y uno de los principales benefactores de la vida cultural de Nueva York.
El Rockefeller Center de Nueva York fue construido por el padre de David
No obstante su trabajo como filántropo, David Rockefeller nunca dejó de ser el hijo de un polémico hombre de negocios, supuesto miembro del misterioso Grupo Bilderberg y arquitecto (según dicen en internet) de las desgracias financieras desde 1929 hasta nuestros días.
Recordemos que ha muerto un hombre, no un villano. Alguien que, a pesar de llevar el apellido más famoso del mundo, fue padre, abuelo, benefactor, filántropo, político, creador de alianzas, consejero, banquero, empresario, petrolero y ser humano.
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