Matías Bergalli, un hombre de 39 años originario de Argentina, presentó una demanda contra la República Popular China y la Organización Mundial de la Salud (OMS), tras contagiarse de COVID-19 y superar la enfermedad.
Matías contó a Infobae que en marzo de este año se contagió de COVID-19 y estuvo al “borde de la muerte”, pues su oxigenación llegó a bajar a menos del 80% y estuvo postrado en una cama durante 16 días, aunque no fue hospitalizado porque no encontró espacio.
A consecuencia de la pandemia Matías se quedó sin empleo, pues cerró el hotel donde trabajaba como mesero y se llenó de deudas porque sacó un auto para trabajar en Uber, pero al enfermar no pudo pagarlo, ni generar ingresos.
Tras recuperarse de la enfermedad, Bergalli asegura que quedó con secuelas físicas y emocionales, pues ya no puede jugar fútbol porque le falta el aire.
Un abogado lo asesoró con su demanda
En su trabajo en Uber Matías conoció a un pasajero llamado Patricio Poplavsky, fundador de Poplavsky International Law Offices, un bufete que representa a 3 mil damnificados por COVID-19 en todo el mundo.
El abogado lo asesoró para que presentará una demanda contra China y la OMS por daños materiales, que incluyen pérdida de ingresos, gastos médicos y encubrimiento de las autoridades.
Además, presentó otra demanda por daños morales, como el estar aislado y padecer miedo, ansiedad, angustia y humillación, a raíz de su contagio.
Según el abogado, en un plazo de cinco años se puede resolver la demanda y le dijo a Matías que los familiares de las víctimas fallecidas podrían recibir un millón de dólares, mientras que los afectados con síntomas leves, como en su caso, podrían recibir una indemnización de 200 mil dólares (cerca de 4 millones de pesos).
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