Apple tiene un problema serio entre manos: al parecer, es cada vez más fácil asaltar sus tiendas Apple Store en Estados Unidos.
Estos templos al consumismo tienen un diseño minimalista que acerca al público (y a los ladrones) a sus productos de forma que cualquiera puede tenerlos entre sus manos para probarlos.
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La forma en la que Apple dispone sus productos, protegidos por cables de seguridad y un código que permite que los empleados de la tienda los inutilicen en caso de robo, es un atractivo para los ladrones que quieren hacerse de aparatos con valor superior a $700 dólares.
Debido a la imagen amigable y minimalista que Apple busca tener en sus tiendas, la presencia de personal de seguridad se mantiene al mínimo, lo que ‘invita’ a los criminales a hacer de las suyas.
Durante noviembre, una tienda de San Francisco a pocos kilómetros de Cupertino, casa de Apple, sufrió dos asaltos en los que los ladrones se llevaron, en cuestión de pocos segundos y frente a la mirada de empleados y clientes, productos con valor de más de 13 mil dólares.
El primer robo sucedió el 25 de noviembre, mientras que el segundo el 29, lo que revela una preocupante periodicidad y relativa facilidad para vulnerar una tienda Apple Store en plenas horas de atención.
Resulta evidente que Apple tiene que hacer algo por proteger la integridad de sus empleados y clientes, pues hasta ahora lo único que ha hecho es desarrollar sistemas de protección para sus productos.
Con la reciente apertura de la primera Apple Store en la Ciudad de México y una probable segunda tienda en Guadalajara, nos preguntamos ¿qué hará Apple para hacerle frente a la seguridad de su concepto en estas dos urbes?
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