Nuestra Máxima Casa de Estudios, la UNAM, y la Agencia Espacial estadounidense, la NASA, unieron sus fuerzas para realizar una investigación de relevancia internacional.
En colaboración con la EUSO, se diseñó un telescopio llamado EUSO-SPB capaz de detectar rayos cósmicos de ultra altas energías con el fin de conocer mejor el cosmos.
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Los rayos cósmicos que el telescopio refractor estudiará son partículas que atraviesan el espacio a velocidades cercanas a la de la luz, provocando algunos de los eventos más violentos de los que se tenga registro.
Lo más fascinante de este fenómeno es que la inconmesurable velocidad a la que viajan estas partículas espaciales, produce una luz fluorescente al chocar con las moléculas de aire de nuestro planeta, reacción que ha fascinado a los astrónomos por décadas.
Mexico, con ayuda de científicos de Alemania, Estados Unidos, Italia, Francia, Polonia y Japón, construyó el instrumento que le ayudará a la humanidad a entender uno de los tantos misterios del espacio sideral.
De acuerdo a información provista por la agencia de prensa de la UNAM, el EUSO-SPB volará sobre la tierra a 33 kilómetros de altura durante aproximadamente 100 días, una vez que llegue a la atmósfera terrestre desde su zona de despegue en Wanaka, Nueva Zelanda.
Este aparato, que ayudará a entender mejor los fenómenos espaciales que afectan el horizonte de nuestro planeta fue diseñado por un equipo del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM liderado por Gustavo Medina Tanco, y el equipo del Laboratorio de Instrumentación Espacial (LINX).
Con esta y otras iniciativas, México se posiciona nuevamente como uno de los aliados más valiosos de la comunidad científica internacional.
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