Las películas y series han capturado las vidas de algunos de los emprendedores más notables (y en ocasiones controvertidos) de nuestros tiempos, como Steve Jobs o Mark Zuckerberg.
Pero hay otras historias de emprendedores dignas de adaptarse a la pantalla grande o las plataformas de streaming. Estos son algunos ejemplos:
Sara Blakely (Spanx)
La creación de Sara Blakely literalmente llegó hasta Hollywood, donde la usan prácticamente todas las celebridades debajo de sus entallados vestidos.
Sara quería lucir mejor en sus pantalones blancos, por lo que se puso un par de medias y les cortó la parte de los pies, en ese momento se le ocurrió diseñar su propia prenda de control.
Blakely aprendió cómo escribir su propia patente, tocó las puertas de las fábricas hasta encontrar quién hiciera su prototipo e insistió en cada tienda departamental para que comprara su producto.
Su perseverancia rindió frutos cuando le mostró a la compradora de la tienda Neiman Marcus cómo funcionaba su prenda. Salió con un pedido de 3,000 piezas bajo el brazo. Actualmente su fortuna asciende a 1,170 millones de dólares, de acuerdo con Forbes.
Howard Schultz (Starbucks)
Hay más de 25 mil cafeterías en 70 países alredor del mundo en las que puedes pedir bebidas tamaño alto, grande o venti y todo se debe a la visión de Howard Schultz.
Schultz comenzó a trabajar para Starbucks en 1982 cuando la empresa pertenecía a otra persona y se dedicaba sólo a la venta de granos de café.
En un viaje por Italia conoció las tradicionales barras de café y se le ocurrió que podía crear una experiencia en torno a beber café, pero su jefe no estaba en la misma página, así que Schultz dejó la empresa y lo intentó por su cuenta.
El éxito que tuvo su concepto le permitió comprar a Starbucks en 1987 por 3.8 millones de dólares y hacerlo crecer dentro y fuera de Estados Unidos.
La historia de Schultz incluye el rescate de su propia empresa, en el 2000 renunció como CEO, pero regresó en 2008 para evitar que quebrara y comandó a la compañía exitosamente en los años siguientes. En abril dejó la dirección general de nueva cuenta, pero se mantiene como presidente ejecutivo.
Bismarck Lepe (Ooyala, Wizeline)
Hijo de inmigrantes mexicanos, Bismarck nació en California y a través de sus esfuerzos académicos llegó a Stanford, una de las universidades más prestigiosas en Estados Unidos.
Bismarck saltó a Google como uno de los primeros empleados de la prometedora empresa que dejó años más tarde para fundar su propio proyecto: Ooyala, una startup que permite reproducir y monetizar videos.
Más tarde, él y los cofundadores vendieron la empresa por 410 millones de dólares y Lepe decidió emprender una nueva startup llamada Wizeline, que usa inteligencia artifical y big data para que las empresas tomen mejores decisiones de negocio.
Bismark también se ha dedicado a impulsar al sector tecnológico en México y a convencer a más startups de Silicon Valley de traer a sus equipos de desarrollo al país y sumar talento nacional.
Travis Kalanick (Uber)
Esta historia bien podría convertirse una cinta al estilo de La Red Social (2010) o Steve Jobs (2015), con un personaje central controvertido y una compañía exitosa en medio de la turbulencia.
Travis Kalanick y Garrett Camp convirtieron su problema para encontrar un taxi en Francia en una empresa valuada en casi 70 mil millones de dólares que opera en 500 ciudades alrededor del mundo, además de que la forma en que usó la geolocalización para ligar a conductores y usuarios permitió el surgimiento de múltiples plataformas que funcionan con principios similares.
Aunque el agresivo liderazgo de Kalanick impulsó el meteórico crecimiento de la plataforma de transporte, también influyó en los problemas que desde hace meses envuelven a Uber y que los llevaron a renunciar como CEO.
Elon Musk (PayPal, Tesla, SpaceX, The Boring Company)
Visionario es un adjetivo que suele acompañar al nombre de Elon Musk y no es difícil darse cuenta del porqué, el emprendedor serial ha estado detrás de compañías pioneras en el desarrollo de pagos online (PayPal), vehículos eléctricos (Tesla), así como la exploración espacial privada y reutilización de cohetes (Space X).
Musk nació en Sudáfrica en 1971 y desde pequeño fue un ávido lector, a los 12 años aprendió a programar por su cuenta y poco después vendió un videojuego que había creado por 500 dólares, sin embargo, su infancia fue complicada en la escuela, donde sufría bullying.
A los 24 años Elon creó Zip 2, su primera empresa, tras venderla confundó la compañía que se convertiría en PayPal y que eBay compró por 1,500 millones de dólares en el 2000. Con los 165 millones que recibió por esta transacción, Musk pudo financiar proyectos como Space X y Tesla.
Musk está justo en el camino a hacer realidad la colonización de Marte y quizá revolucionar la forma en que nos trnsportamos a través de Hyperloop y los túneles subterráneos de The Boring Company. Sólo el tiempo dirá si logra cristalizar sus ambiciones.