La empresa automotriz, General Motors, rechazó considerar la posibilidad de transferir su producción de autos pequeños de México a Estados Unidos, pese a las críticas del presidente electo Donald Trump.
Mary Barra, directora ejecutiva de la automotriz estadounidense General Motors, dijo que los proyectos de manufactura de un vehículo son realizados con mucho tiempo de anticipación y que éstos no pueden ser revertidos fácilmente.
La semana pasada, Trump afirmó a través de su cuenta de Twitter:
General Motors fabrica modelos Cruze en su planta de Lordstown, en el estado de Ohio, en tanto que su modelo de cinco puertas es fabricado en su planta de Coahuila, en México. De acuerdo con datos de la propia empresa, alrededor de 4,500 de estos autos construidos en México fueron vendidos en Estados Unidos en 2016.
Trump también amenazó la semana pasada a la automotriz Toyota con cobrar un “fuerte impuesto fronterizo” si invertía en México a fin de exportar autos a Estados Unidos, además de que criticó durante meses a Ford por sus planes de aumentar su producción en territorio mexicano.
Tras las amenazas, Ford anunció la semana pasada su decisión de cancelar su inversión de mil 600 millones de dólares en México.
Mientras tanto, el CEO de Fiat Chrysler, Sergio Marchionne dijo que podría suspender las operaciones en México si los aranceles fijados por un Gobierno de Donald Trump sobre los vehículos fabricados en el país e importados a Estados Unidos son demasiado altos.
El sábado pasado la empresa informó que invertiría mil millones de dólares para renovar una de sus plantas en el estado de Michigan para producir camionetas modelo Ram que ahora ensambla en México.
(Con información de El Financiero y Reforma)
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