La administración de Barack Obama propondrá una nueva regla de inmigración que permitirá que los fundadores de startups extranjeras que levanten capital de inversionistas estadounidenses viajen al país norteamericano y se queden por un periodo de dos a cinco años, con posibilidad de extender su estancia.
Obama ha buscado que se establezca una “visa para startups” desde hace un tiempo, pero ha enfrentado resistencia por parte del Congreso estadounidense. La nueva regla aprovecha la Ley de Inmigración y Nacionalidad existente, que permite que el gobierno garantice el acceso temporal a las personas con base en en “razones humanitarias urgentes” o “beneficio público significativo”, y argumenta que los emprendedores que crean empleos en Estados Unidos y contribuyen al Producto Interno Bruto están brindando un beneficio público significativo.
De acuerdo con Wired, no existe una cifra que indique cuántas personas serían admitidas dentro de esta modalidad, pero sí se contemplarán diversas restricciones.
Los emprendedores que deseen aplicar a la llamada International Entrepreneur Rule deberán pasar dos niveles de ingreso. El primero garantiza su estadía por dos años, pero el gobierno podrá revocarla en cualquier momento. Para calificar, los emprendedores deberán poseer el 50% de su compañía y haber levantado al menos 345 mil dólares de inversionistas estadounidenses o 100 mil dólares de agencias gubernamentales federales, estatales o locales.
El segundo nivel garantiza permanecer en el país por tres años más y para aplicar, los fundadores deben continuar dirigiendo sus negocios en Estados Unidos, conservar al menos el 10% de la startup y haber levantado 500 mil dólares de inversionistas locales, generar 500 mil dólares de ganancias anuales con una tasa de crecimiento de 20% anual o demostrar que a lo largo de esos años han creado un mínimo de 10 empleos de tiempo completo.
Después de esto, los emprendedores que quieran permanecer en territorio estadounidense podrán aplicar a las visas existentes.
El gobierno espera promulgar la regla antes de que Barack Obama deje la Casa Blanca, aunque su futuro es incierto. Por un lado, Donald Trump se ha opuesto a la entrega de visas a extranjeros altamente calificados, argumentando que deprimirían los salarios y perjudicarían a los estadounidenses “pobres y de la clase trabajadora”, mientras Hillary Clinton ha propuesto facilidades para emprendedores y egresados de maestrías y doctorados en las áreas de tecnología, ingeniería, ciencias y matemáticas.