En medio de la amplia gama de smartphones que inundan el mercado, existen marcas mexicanas que poco a poco buscan ganarse la confianza de los consumidores con productos de buena calidad y a menor costo comparado con los que ofrecen otras compañías.
La empresa mexicana StufFactory se fundó en 2013 en Guadalajara, Jalisco, y es la fabricante de STF Mobile, una marca que produce smartphones y tablets a precios más accesibles.
Entre sus smartphones más costosos está el ‘Nativo’, por un precio de 3 mil 999 pesos, ofrece una pantalla de 6 pulgadas, dos cámaras (la trasera de 16MP y la frontal de 13MP) y lector de huella.
También tienen opciones más económicas como el smartphone Aura a un precio de mil 500 pesos y el Aura Plus a mil 990 pesos.
Lanix es una empresa mexicana, fundada en 1990 en Hermosillo, Sonora, principalmente se dedica a fabricar computadoras.
En años recientes se ha introducido al mercado de los smartphones, aunque competía con productos de gama baja-media, en 2018 sacó su primer celular de gama alta a un precio de 8 mil 799 pesos.
Los productos de Lanix se exportan a varios países de Latinoamérica como: Colombia, Perú, Chile y Panamá.
La empresa mexicana de tecnología Solone recientemente hizo una alianza con Mediatek para producir smartphones dirigidos a usuarios con poco presupuesto, pero que buscan un equipo con más funciones de las que ofrecen los de gama baja.
Entre sus teléfonos más recientes están el ‘Fire, de gama baja; ‘Wind Air’ de gama media; ‘ Iron Earth’ de gama alta, el último a un precio de 3 mil 800 pesos.
Esperan para este 2019 vender 680 mil celulares y distribuir sus productos a América Latina.
La empresa M4, fue fundada en 2012 y en promedio sus equipos cuestan 3 mil pesos.
En colaboración los desarrolladores Qualcomm y Mediatek, M4 ha logrado distribuir sus productos en Honduras, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador y Guatemala.
No tiene campañas publicitarias en las calles, pero su producto se ha difundido de boca en boca y se ha apoderado del 1.3% del mercado mexicano.