Estados Unidos acaba de denunciar a México, Canadá, China, Turquía y la Unión Europea ante la Organización Mundial de Comercio.
¿Por qué? Por las medidas arancelarias con las que estos países respondieron a los gravámenes que el gobierno de Donald Trump impuso a las importaciones de aluminio y acero, los cuales entraron en vigor en junio.
México, por ejemplo, impuso aranceles en represalia a artículos como aceros planos, lámparas, piernas de puerco, embutidos, manzanas, uvas, arándanos y diversos quesos que vinieran del Estados Unidos.
Los argumentos del Departamento de Comercio estadounidense para acudir ante el organismo internacional son que estos cinco países le están aplicando medidas arancelarias “ilegales”, a diferencia de los gravámenes que ellos impusieron al acero y que obedecen a motivos de “seguridad nacional”.
“Estados Unidos tomará todas las acciones necesarias para proteger nuestros intereses e instamos a todos nuestros socios comerciales a trabajar con nosotros de manera constructiva para solucionar los problemas creados por el exceso masivo y persistente de la capacidad de los sectores del acero y del aluminio”, dijo el representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer.
¿Cómo reaccionará México a esto?
La Secretaría de Economía (SE) informó que responderán en 10 días.
“El gobierno de México analizará la solicitud hecha por el gobierno de EU, a fin de emitir una respuesta dentro de los siguientes 10 días y, en caso de que resulte procedente, establecer conjuntamente con el gobierno de EU la fecha para celebrar las consultas solicitadas por ese país”, señaló la dependencia en un comunicado.
Además, la SE rechazó que las compras de aluminio y acero que Estados Unidos le hace a México amenacen la seguridad nacional del vecino del norte, por lo que considera que los aranceles impuestos al acero mexicano son injustificados.
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