La Ciudad de México es ‘hogar’ de más de 1.2 millones de perros que deambulan por sus calles esperando morir de hambre, enfermedades o debajo de las llantas de algún auto.
México, por otro lado, ostenta el primer lugar en cantidad de perros callejeros en América Latina con aproximadamente 23 millones. Al menos 70% de ellos son resultado del abandono por parte de sus antiguos dueños.
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Sheila Peña, estudiante de doctorado de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la UNAM, desarrolló un método pata controlar la población canina sin hogar en México sin necesidad de capturarlos o sacrificarlos.
Su método no es nocivo, ni es veneno, sino alimento anticonceptivo de origen natural.
Se trata de croquetas cargadas con hormonas que inhiben la reproducción de los animales con el fin de controlarla y, en algún futuro, detenerla por completo.
El alimento aún se encuentra en fase experimental, pues tanto Sheila como su equipo, buscan conocer sus efectos a mediano y largo plazo, con el fin de eliminar cualquier posible daño a los perros.
La promesa de la estudiante de la UNAM es que pronto, las ciudades de México estén libres de perros callejeros y las toneladas de heces fecales que producen anualmente.
Sin embargo, la solución del problema no depende únicamente de las croquetas anticonceptivas, sino de un muy necesario cambio de mentalidad por parte de quienes tienen o quieren un perro como mascota.
Tener un perro es una responsabilidad que dura toda su vida y adoptar uno puede ser una excelente forma de contribuir a la solución del problema que ha provocado un grave problema de salud pública en México.
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