Hace más de un siglo que se creó el libro Kakebo y desde entonces, la economía familiar de los japoneses nunca había estado mejor.
Cuando la nación asiática estaba lejos de ser la potencia industrial que es ahora, Motoko Hani se dio a la tarea de hacer una guía que permitiera administrar los pocos ingresos de los campesinos japoneses con el fin de garantizar bocado, vestido y techo a lo largo del año.
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La dinámica de Kakebo es sencilla: impones metas, te comprometes solemnemente a cumplirlas y evalúas cuáles fueron tus gastos inútiles para no repetirlos al mes siguiente.
En clásica iconografía japonesa, el cerdito representa los ahorros y el lobo los gastos. Al final de cada mes, el libro te pregunta si lograste llegar a tu meta de ahorro y te hace recomendaciones para no volver a gastar en cosas irrelevantes.
Cada día debes anotar tus gastos en diferentes categorías como Básicos, Ocio, Vicio, Cultura y egresos sorpresa.
Para hacer que Kakebo funcione, debes cumplir las promesas que te haces a ti mismo.
Al final del año, tendrás dinero suficiente para cubrir los gastos típicos de las fiestas decembrinas o, ¿por qué no? Enfrentar la próxima cuesta de enero con nuevos bríos.
Existen varias versiones en español de este útil libro e incluso hay un gran número de páginas de internet desde las cuales podrás descargar algunas plantillas de manera completamente gratuita.
Busca la opción que te acomode, sé disciplinado, comprométete contigo mismo y logra ahorrar lo suficiente para tener un buen colchón económico que te permita enfrentar los embates de la subida del dólar, el precio de la gasolina y otras vicisitudes casi inevitables para el ciudadano común.
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