Durante los últimos 70 años, casi todos los hogares de las economías avanzadas aumentaron sus ingresos gracias al crecimiento económico y de empleo sostenido. Entre 1993 y 2005, el 98 % de los hogares de 25 economías avanzadas experimentaron un aumento de los ingresos reales.
Pero en los últimos años el panorama es diferente e incluso se ha ido para atrás. Según un informe del McKinsey Global Institute, entre 2005 y 2014, los ingresos de hasta el 70 % de los hogares en las economías avanzadas se estancaron o disminuyeron.
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El informe señala que estos descubrimientos permiten conocer de cerca la desigualdad de ingresos, que hasta ahora se ha centrado en el aumento desproporcionado de los ingresos y la riqueza de quienes más ganan.
La profunda recesión y una recuperación débil tras la crisis financiera de 2008 son una de las grandes razones de este cambio, además de otros factores como el envejecimiento de la población y los cambios en el mercado laboral actual.
Según el informe, la proporción de hogares con ingresos estancados o en descenso podría elevarse hasta un 80 % en los próximos 10 años.
Al respecto, los millennials se muestran pesimistas sobre el futuro y el sistema económico mundial: casi un tercio de quienes tienen ingresos estancados o en descenso esperan que sus hijos avancen más lentamente en el futuro.
Sin embargo, no todas son malas noticias: el informe dice que es posible mejorar los ingresos de las personas con medidas que sirvan para “orientar y ayudar a apoyar los ingresos de los más vulnerables”, así como centrarse en aumentar la productividad para impulsar el crecimiento y crear nuevos puestos de trabajo.
