Por hacerse el chistoso, un vlogger ruso llamado Ruslan Sokolovsky podría pasar cinco años de prisión.
¿La razón? Visitar una iglesia ortodoxa de Ekaterimburgo para grabarse jugando Pokémon Go por el mejor placer de molestar a los feligreses.
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Sokolovsky es conocido por el humor ácido que emplea en sus videos, mismos que suelen enfocarse en provocar las creencias y prácticas de sus compatriotas.
El vlogger entró al templo sabiendo que el gobierno ruso habia advertido que jugar Pokémon Go dentro de los templos era considerado un delito punible debido a que el acto se considera un desagravio contra las creencias religiosas de la nación transcontinental.
El vlogger fue arrestado poco después de haber subido el video a YouTube.
Por su parte, un portavoz de la iglesia ortodoxa de Rusia explicó que el problema no es que se haya jugado Pokémon Go en el templo, sino que se hizo ‘claramente para provocar’.
Aún queda por decidir qué castigo recibirá Ruslan por su falta, pero sus acciones ya lograron polarizar a la sociedad rusa.