Hay varios millonarios que coleccionan vehículos de lujo en sus cocheras, pero de vez en cuando deciden darse un regalo especial y exclusivo.
Ese fue el caso de un comprador anónimo que se hizo con el auto más caro en la historia: un Bugatti con valor de 18.9 millones de dólares.
El nombre de este ejemplar único es “La Voiture Noire” (“El Auto Negro” en francés) y fue presentado en el Salón de Automóvil de Ginebra.
Tiene un potente motor de 16 cilindros y 1,500 caballos de fuerza.
La empresa no detalló qué velocidad alcanza, pero sus especificaciones se asemejan al Chiron, que es capaz de desplazarse a una velocidad de hasta 420 kilómetros por hora.
Su exterior es de fibra de carbón negra.
Al frente muestra la clásica parrilla de Bugatti.
La marca lo fabricó para celebrar su 110 aniversario.
El modelo es un homenaje a su Atlantic Type 57 SC, de los que sólo hizo cuatro vehículos entre 1936 y 1938.
Stephan Winkelmann, presidente de la firma, dijo que el vehículo combina “extraordinaria tecnología, estética y lujo extremo”.
Aunque el nombre del comprador no fue revelado, se cree que su dueño puede ser Ferdinand Piech, nieto del fundador de Porsche.
Antes de “La Voiture Noire”, el Rolls-Royce Sweptail ostentaba el título de el más costoso del mundo, con un precio estimado 12.3 millones de dólares.