En el marco de un evento realizado por Office Depot de México y Razer, tuvimos la oportunidad de charlar con Rob Krakoff, cofundador del fabricante de accesorios para gaming y computación Razer.
Debido a cuestiones personales, Krakoff tiene más de 15 años viviendo en Guadalajara, Jalisco, desde donde dirige parte del negocio de diseño y manufactura de productos que ayudan a los jugadores profesionales a sacar el máximo provecho de sus habilidades.
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A pesar de que lleva mucho tiempo viviendo en México, Krakoff no habla una sola palabra de español, hecho que no evitó que nos compartiera una importante lección de emprendimiento.
En 2005 Krakoff trabajaba como consultor para varias firmas de videojuegos como Activision (distribuidora de franquicias como Call of Duty o Guitar Hero) cuando se le ocurrió la idea de crear un mouse que permitiera superar las barreras tecnológicas de los dispositivos que se encontraban en el mercado.
Éste es el producto de cumplir un sueño arriesgado: el primer mouse de Razer
En los tiempos del primer mouse de Razer, el Bloomslang, los mouses no eran más que aparatos para llenar casillas en Excell, paradigma que, a través de tiempo, dinero y esfuerzo, fue roto por la joven empresa al crear tecnología que permitiera movimientos precisos en los videojuegos.
Cuando se le preguntó a Krakoff, de 77 años, pero con la apariencia de alguien una década menor, sobre los retos que tuvo que superar para ser uno de los fundadores de una firma que hoy factura millones de dólares al año, el emprendedor comentó que, muy contrario a los deseos de su esposa, puso todo su dinero en la creación de una empresa que fabricara Bloomslang sólo porque estaba convencido de que eso era lo que él quería y lo que los gamers de aquel entonces necesitaban.
Krakoff asistió a un evento en una de las sucursales de Office Depot en México
Luego de juntar sus ahorros con los de Min-Liang Tan y Matthew Thompson, los otros dos padres de Razer, se contrató a un ingeniero y se le retó a destrozar el paradigma de los mouses de 8 bits para crear el primero que garantizara precisión de movimientos a través del envío de paquetes de información de 16 bits.
Al poco tiempo el reto fue superado y la apuesta de Krakoff, Tan y Thompson rindió sus primeros frutos. Hoy Razer es tan importante que hoy se celebró el primer año de su presencia en México en una de las sucursales de Office Depot en la capital del país.
México es hoy uno de los mercados más importantes para la marca
Durante la breve charla con Robert aprendimos que para emprender hay que hacer a un lado los miedos, trabajar duro y colocar de manera casi quirúrgica los pocos fondos con los que se cuenta para aprovecharlos al máximo.
Como prueba de esta filosofía, hace 11 años, cuando Razer era joven, se confiaron miles de dólares en el desarrollo de su primer producto, mismo que, luego de un meteórico éxito comercial, abrió el camino para el desarrollo de teclados mecánicos, auriculares, relojes inteligentes y wearables para deportistas.
Razer fabrica aparatos para gamers, pero también wearables como relojes y pulseras
Cabe mencionar que durante la entrevista Krakoff comentó que, de 15 años de vivir aquí, agradece las ‘brillantes ideas’ de Vicente Fox durante su administración (2000-2006) ya que, ‘gracias a él,’ dice el cofundador de Razer. ‘México pasó de ser un país mayoritariamente tercermundista a uno de primer mundo (pero aderezado con partes de segundo y tercer mundo)’.
¿Será que por esta forma de ver a México su empresa millonaria comenzó a considerarlo uno de sus mercados más prometedores?
Robert Krakoff, además de representar a Razer en todo el mundo, dirige junto a su esposa una editorial independiente dedicada a promover la salud y la actividad física en adultos de la tercera edad.
Todas las ganancias derivadas de la venta de sus libros y programas son dirigidas a diversas organizaciones caritativas.
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