La ciudad de Tokio, capital de Japón, tomó una polémica decisión de reducir su semana laboral de cinco a cuatro días. La intención de esta medida es promover la natalidad entre sus pobladores. El país necesita enfrentar la crisis generada por su extremadamente baja tasa de nacimientos.
Japón, en general, enfrenta un preocupante descenso poblacional, que se mantiene desde hace 16 años consecutivos. Por esta razón, esta metrópoli mundial decidió implementar la reducción en la jornada semanal de trabajo. La intención es que exista un equilibrio entre el mercado laboral y la vida personal de los trabajadores.
Con la implementación de este esquema, las autoridades y el gobierno de la capital japonesa esperan poder beneficiar a casi 10 millones de personas. De esta manera, el aumento en la natalidad será notorio y dejará de representar una dificultad para la nación.
Cambios en materia laboral y maternidad
La tasa de natalidad en Japón fue de 6,3% en 2022, lo que se considera muy bajo. El índice de fecundidad (número promedio de hijos por mujer) es de 1,26, según datos oficiales.
En 2023, la tasa de fertilidad en Japón se redujo por octavo año consecutivo hasta un nuevo mínimo histórico del 1,2 hijos por mujer. En 2020, la tasa de natalidad fue de 6,80 nacidos por cada 1.000 personas.
Por tanto, la alcaldesa, Yuriko Koike, señaló que esta política comenzará a regir a partir de abril del 2025. Con esto espera beneficiar sobre todo a las mujeres. La intención de que tengan una flexibilidad mayor entre el trabajo y la maternidad, según diversos medios.
“Japón ha estado retrasado en empoderar a la mujer, un reto que sigue vigente, a pesar de los avances en otras partes del mundo”, señaló la funcionaria.
Japón: un aviso hacia el futuro
En general, la baja natalidad tiene efectos muy nocivos y relevantes para los países. En los últimos años ha aumentado la preocupación sobre la reducción en el número de nacimientos y los potenciales efectos socioeconómicos.
Muchos países se han ido sumando a la tendencia de implementar la reducción de la jornada laboral. La intención es que los trabajadores tengan más tiempo libre. Actualmente, existen 26 naciones en el mundo, incluyendo a Japón, en cuyas ciudades se vienen implementando programas para reducir la jornada.
Esto implica trabajar menos horas o solamente contar con cuatro días laborales a la semana, aunque no está operativo en todo el país.
Las consecuencias pueden ser numerosas. Como, por ejemplo, reducir la oferta de fuerza laboral emergente. La baja natalidad impacta el consumo, el crecimiento económico y los sistemas previsionales en el largo plazo.
