El gobierno de España está tomando medidas para frenar la compra de inmuebles por extranjeros. La idea es parar la expansión de los alquileres de corta duración.
Esta decisión forma parte de una serie de medidas que, según las autoridades, son necesarias para aliviar una crisis inmobiliaria. De hecho, esta situación se ha convertido rápidamente en una de las peores de Europa.
El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, dijo que su administración buscaría un impuesto de 100% sobre las compras inmobiliarias. Esta tasa, sin precedentes en España, aplicaría para compradores de fuera de la Unión Europea.
Esta medida forma parte de un plan más amplio para sofocar las protestas en ciudades de toda España por la falta de viviendas asequibles. Días después fue incluso más lejos al proponer la prohibición total de la compra de inmuebles en España por extranjeros. Pero luego dio marcha atrás.
EEUU tiene años lidiando con una crisis de vivienda asequible; y ahora las principales ciudades europeas se enfrentan a un problema similar.
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Impuesto para extranjeros
La vivienda se ha convertido en el mayor gasto de los hogares en toda la Unión Europea. Los alquileres han aumentado un promedio de casi el 20% en la última década. Mientras los precios de la vivienda se han disparado casi un 50%. Lo que sería el doble que los ingresos promedios de los hogares.
Una nota del New York Times señala que la intensidad de esta crisis varía según el país. Sin embargo, todos tienen características comunes, como la mercantilización de la vivienda y el auge de las plataformas de alquiler a corto plazo.
Un caso es Airbnb, así como los llamados programas de visados de oro en España y los países vecinos. Estos planes atrajeron a compradores que se hicieron con viviendas a cambio de un visado.
A la tensión se sumó un brusco descenso de la construcción de viviendas en Europa. Después de que la invasión rusa de Ucrania hiciera subir los precios de los materiales de construcción y la energía.
Las elevadas tasas de interés del Banco Central Europeo, destinados a sofocar la inflación, sacudieron los mercados inmobiliarios de toda Europa.
De España a Suecia, la escasez de viviendas, unida a unos salarios que han subido lentamente, ha dificultado el acceso a casas asequibles. El problema es tan grave que Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, nombró recientemente un zar de la vivienda para impulsar la búsqueda de soluciones en Europa ¿Podrá?.