Moo Daeng, una perrita en Tailandia, pasó meses esperando a su dueño frente a un 7-Eleven. Pero su amigo humano había muerto. La comunidad la cuidó. Incluso intentaron adoptarla pero ella siempre regresaba al mismo lugar, donde había compartido tantas veces con su dueño, al que esperaba día tras día.
Cuenta la historia que, en el barrio de una ciudad, había un dúo inseparable. Esta dupla caminaba por la calle sin despegarse, según el relato de vecinos de la zona. Un día, la aventura de los dos concluyó de manera abrupta: uno de ellos perdió la vida. El sobreviviente, que no se enteró de la muerte, demostró cuánto amaba a su ser querido; se quedó en el mismo lugar en donde siempre paraban ambos. El fiel amigo no perdía la esperanza de que alguna vez volviera a aparecer.
Esta es la historia de Moo Daeng
Una reciente publicación en las redes sociales sobre un perro callejero de la provincia del Noreste se volvió viral. Al punto que los internautas de todo el país se conmovieron con la historia de este fiel animal. Moo Daeng había estado esperando frente a una tienda de conveniencia 7-Eleven en el distrito de Muang a su dueño, quien había fallecido.
El perro, llamado “Moo Daeng” o cerdo rojo en tailandés, se ganó el nuevo apodo de “Hachi de Korat” después de que muchos lo compararan con el legendario Hachiko de Japón, que esperaba a su amo que nunca regresó.
La página informó que Moo Daeng había estado esperando a su dueño, un hombre sin hogar, acostado frente a un 7-Eleven cerca del mercado Yamo en el distrito de Muang de Nakhon Ratchasima (también conocido como Korat). Y es que el amo de Moo Daeng iba a ese lugar todos los días con su viejo amigo.
Los testigos dijeron que la perrita era alimentado por el hombre sin hogar, que parecía tener un trastorno mental y vestía como un ermitaño. Caminaba por el vecindario pidiendo comida o dinero para que los dos pudieran sobrevivir.
Los dos solían descansar por la noche frente a la tienda 7-Eleven hasta que el hombre enfermó gravemente y murió en noviembre del año pasado. Sin embargo, Moo Daeng seguía esperándolo en el mismo lugar.
Desde entonces, el dueño y el personal del 7-Eleven la alimentaban, y cuidaban del animal. Le llevaban comida y lo cubrían con una manta en las noches frías. Incluso, le dejaban juguetes.
Un final feliz de cuento de hadas para la perrita
El diario británico The Independent aseveró que la princesa Siribha Chudabhorn, sobrina del rey de Tailandia, Maha Vajiralongkorn, decidió adoptar a Moo Daeng. La mujer, activista del bienestar animal, conoció a la perra gracias a un video que circulaba en las redes.
El 23 de enero. Siribha Chudabhorn avisó en su página de Facebook que mantendrá actualizados a los usuarios acerca del futuro de la perra. Según el centro de noticias Thai PBS, Moo Daeng vivirá con la princesa en la casa de ella, ubicada en la provincia de Chiang Mai.
“Todos mis perros sufrieron traumas, ya sea por malos tratos, abandono o lesiones. Pero en el caso de Moo Daeng, se trata de una depresión grave. Mientras que los humanos son capaces de ocultar su dolor y parecer normales por fuera, los perros son puros. Muestran exactamente cómo se sienten”, escribió la princesa, haciendo referencia a la tristeza que sufre el can por la ausencia de su ser querido.
