La Corporación de Fiabilidad Eléctrica de Norteamérica afirmó que la demanda eléctrica registra su mayor crecimiento en 20 años. Al mismo tiempo está previsto que se cierren más de 115 gigavatios de capacidad de combustión de carbón en 10 años.
“Estamos viviendo un período de profundos cambios”, afirmó John Moura, director de evaluación de confiabilidad de NERC. La corporación estima que la demanda eléctrica máxima de verano aumentará 15%, o 132 gigavatios, en la próxima década.
La organización atribuye este incremento a la rápida construcción de centros de datos para alimentar el uso de la inteligencia artificial. También la minería de criptomonedas, el auge de los automóviles eléctricos y las bombas de calor contribuyen.
Se espera que la demanda eléctrica máxima de invierno aumente en 149 gigavatios en la próxima década o un 18%. La estimación anterior era de un aumento de 92 gigavatios para Estados Unidos.
Los proyectos de infraestructura en Estados Unidos avanzan a un “ritmo glacial”. En consecuencia, no sorprende el rezago tecnológico de la red eléctrica actual. Sin duda, no fue diseñada para soportar la demanda de un mundo en el que todo funciona con baterías.
Además de la advertencia de la Corporación de Fiabilidad Eléctrica de Norteamérica han surgido otras voces de alarma. Entidades técnicas han propuesto planes para acelerar las inversiones en infraestructura.
Crece la demanda eléctrica aceleradamente
Antes, la demanda máxima se refería a los momentos de reunión familiar, con algunas luces y un televisor encendidos. Ahora, cuando muchas personas vuelven a casa, enchufan su vehículo para cargar su enorme batería. O pueden tener una bomba de calor, que puede consumir mucha energía para calentar y enfriar una casa.
Según una estimación reciente de EnergySage, la bomba de calor de una casa típica consume 5.475 kilovatios-hora al año. Calculan que ese consumo de electricidad puede hacer funcionar nueve refrigeradores domésticos durante todo el año. O para alimentar un Tesla Model 3 durante más de 24.000 kilómetros.
Para dar cabida a toda esa demanda que presiona la red, es necesario aumentar la generación de energía en EEUU. Para ello, también hay que renovar las líneas eléctricas y los transformadores.
Las empresas tecnológicas como Meta y OpenAI han invertido masivamente en nuevos centros de datos para la IA. Sin embargo, aún queda camino por recorrer para demostrar su utilidad.
Uno de los posibles beneficios de este auge es que se ha renovado el interés por recuperar la energía nuclear. En la actualidad, la capacidad de la energía solar y eólica no es suficiente para satisfacer la demanda. La mayoría de las redes no disponen de baterías para almacenar la energía y utilizarla más tarde.
También han propuesto ubicar los centros de datos junto a las centrales nucleares para no sobrecargar la red.