Preguntarle a la gente a qué se dedica es maleducado y aquí te decimos porqué

Friends Talking at a Party --- Image by © Tim Pannell/Corbis
Friends Talking at a Party --- Image by © Tim Pannell/Corbis

Estás en una reunión y conoces a alguien nuevo. Tu primer instinto es preguntarle a qué se dedica.

Pero ¿te has detenido a pensar que quizá esa persona no quiera hablar de su trabajo? Existe una razón de peso para pensar de esta manera.

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Cuando uno va a una reunión informal, lo último de lo que quiere hablar es del trabajo que desempeña durante gran parte de la semana, y prefiere separar su yo profesional del yo personal.

Según Yasaman Hadjibashi, experto en relaciones laborales y negocios consultado por la BBC, el poder entablar una conversación con alguien que no sabe cuál es tu cargo ayuda a establecer relaciones más fuertes fuera del trabajo.

Además, permite a la gente saber qué tan sinceros son los demás al no tener ni idea de qué tan relevante eres para un negocio o empresa.

Lo que es mejor, no hablar de tu trabajo fuera de la oficina le permite a tu cerebro entender la diferencia entre tus responsabilidades y tu vida social, facilitando así el manejo de crisis laborales o un despido, pues acabas por entender que hay una vida más allá de la oficina.

Al Gini, profesor de ética empresarial de la Universidad Loyola de Estados Unidos, explica este fenómeno de la siguiente manera:

Mientras menos intereses tengamos fuera de nuestra profesión, más dependientes seremos de nuestro empleo.

Ho Shee Wai, una experta en relaciones laborales y sicología también explica que cuando la gente pregunta a qué te dedicas, no lo hace para romper el hielo, sino para saber qué tan importante eres a nivel social.

De esta manera, las personas sabrán qué tanto deben respetarte, y eso es algo que las culturas occidentales suelen hacer mucho, mientras que las orientales toman más en cuenta el renombre de tu familia.

En este aspecto, Ho Shee Wai recomienda ‘no caer en la trampa de creer que las etiquetas sociales te definen como persona’.

Separar tu vida del trabajo te salvará de caer en una depresión si pierdes tu empleo o el proyecto en el que trabajas se derrumba.

La próxima vez que quieras romper el hielo, no preguntes a qué se dedica alguien y mejor busca conocer más su lado más personal.

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