La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) tiene en la mira al BBVA Bancomer y a otras instituciones financieras, a las que ya ha girado oficios para que cooperen en la investigación que realiza por la presunta manipulación en el mercado mexicano de bonos.
La investigación se centra en los formadores de mercado que pueden comprar deuda del gobierno y empresas estatales en subastas primarias, según publicó Bloomberg.
De acuerdo con el columnista Darío Celis, lo que detonó las pesquisas del organismo antimonopolios que preside Alejandra Palacios fue la cruenta lucha que, años atrás, emprendió el BBVA-Bancomer contra Pensionissste.
La filial del banco español, que presiden a nivel global Francisco González, se dio a la tarea de manipular las subastas de bonos en un esfuerzo para fijar la tasa del papel a 30 años y que dicha afore se comió casi en su totalidad.
La estrategia financiera para ablandar a Pensionissste y los ejecutivos de José María de la Torre, quien ya no está en BBVA Bancomer, la enderezó el director de Mercados Globales del banco de origen español, Álvaro Vaqueiro, con apoyo de sus colaboradores Guillermo Vega y Mauricio Dibildox, con la ayuda de su área de ventas, liderada por Francisco Chisco Rivera, cuñado, ni más ni menos, que de Luis Robles Miaja, el presidente del consejo en México.
El titular de la Autoridad Investigadora de la Cofece, Carlos Mena, quien hace unos días renunció al organismo antimonopolios, fue quien solicitó información a los implicados, como datos que incluyen todas las operaciones de determinados instrumentos en plazos específicos, no más allá de diez años, por medios electrónicos o verbales que van desde grabaciones hasta mails, pasando por testimonios orales o por escrito que permita validar.
Una bomba de tiempo la que tiene el BBVA Bancomer.