Todo mundo se ha vuelto loco porque Trump, el candidato más improbable en ganar las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre, logró desafiar todas las proyecciones que lo posicionaban como el gran perdedor de la noche.
Ante este escenario, millones de personas se lamentaron por la inesperada conclusión de una de las jornadas electorales más trepidantes de la historia de Estados Unidos.
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Sin embargo, existen sectores de la sociedad que no se sienten desolados por las decisiones que tomará el presidente número 45 de Estados Unidos. Al contrario, ven a la administración Trump con buenos ojos.
Donald J. Trump nació en cuna de oro y se crió en un ambiente empresarial que le ha dado la estatura y experiencia necesarias para posicionarse como uno de los ‘grandes negociadores de talla mundial’.
Como él mismo ha dicho, lo que le gusta es ganar y hacer que sus empresas hagan millones de dólares. Por eso, magnates a la cabeza de firmas financieras, petroleras, farmacéuticas e industriales ven en Trump a su mesías personal.
Según un artículo de la BBC, el afán de Trump por devolverle a ‘América’ su grandiosidad de antaño, ha beneficiado a las grandes farmacéuticas como Pfizer y Merck, quienes vieron cómo sus acciones aumentaron 10% y 6% respectivamente tras la victoria de Trump.
Este incremento fue consecuencia del fracaso de Hillary, quien prometió que, de llegar a la presidencia, forzaría a las farmacéuticas a trabajar para moderar los precios de sus productos. Cosa que, por lo que sucedió el 8 de noviembre, no sucederá.
Por otro lado, las mineras también se vieron beneficiadas por la victoria ‘trumpista’, pues a horas de que se anunciara que el próximo presidente de EU sería el magnate neoyorquino, el precio del hierro, el cobre y el oro aumentó.
Proyectos de infraestructura como los que propone Trump no harán sino incrementar el valor de metales como el cobre que, según The Wall Street Journal, ha subido más de 13% durante esta semana.
Si Trump crea un ambiente favorable para la inflación, quienes saldrán ganando serán los productores de materia prima.
El nacionalismo que plantean Trump y Pence también beneficiará a las firmas nacionales de armamento como Lockheed Martin, constructor de los aviones bombarderos y misiles que han dejado su rastro de muerte por casi todos los rincones del planeta.
Cuidar el muro que Trump promete construir en la frontera que su nación y México comparten, también requerirá de la fabricación de vehículos blindados, drones, helicópteros y armas que usarán los agentes fronterizos que se asegurarán de que ningún inmigrante se les escape.
La BBC indica que BAE Systems, además de hacer buques de guerra, tiene una rama especializada en la ciberseguridad, aspecto que el presidente electo prometió atender una vez que llegue a la Casa Blanca.
A raíz de su victoria sobre Clinton, BAE Systems vio un incremento del 6% en el valor de sus acciones.
Por otra parte, la política antiinmigrantes de Donald también ayudará a que los centros de detención administrados por capital privado gocen de una bonanza que la administración de Obama les negó en años pasados.
Los expertos creen que Trump implementará medidas que incrementarán la población de reos en las cárceles de Estados Unidos y, por consiguiente, la necesidad de que los capitales privados se encarguen de su administración.
De hecho, este jueves, las acciones de varias empresas dedicadas a construir y administrar prisiones en Estados Unidos tuvieron un incremento significativo en su valor, lo que revela que esta es otra industria que se beneficiará con Trump.
Como ves, las cosas no pueden estar tan mal con el próximo presidente de Estados Unidos… para algunos empresarios.
¿Qué cosas hará Donald J. Trump para ayudar a sus ciudadanos y mejorar su estilo de vida?
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