Sony estuvo sentada en una minita de oro, pero la dejó ir.
Todo ocurrió en 1998, cuando la compañía tuvo la oportunidad de hacerse con los derechos de los principales superhéroes de Marvel, como Iron-Man, Thor, Capitán América o Black Panther, por 25 millones de dólares, según reporta el diario The Wall Street Journal.
Peeero, Sony dijo que muchas gracias, pero sólo le interesaba adquirir a Spider-Man.
¿Por qué? La explicación de Yair Landau, entonces ejecutivo de la compañía japonesa, fue que “a nadie le importa un comino ninguno de los otros personajes de Marvel”.
Así que Sony se quedó con los derechos del arácnido por 10 millones de dólares, más el 5% de los ingresos brutos de cualquier película protagonizada por él o la comercialización de productos relacionados con su imagen.
Y así fue como le dijeron adiós al Universo Cinematográfico Marvel, un conglomerado de personajes con casi una veintena de películas que han recaudado más de 13 mil 500 millones de dólares en taquilla.
La última de las cintas de la franquicia es Black Panther, que ya pinta para romper récords de recaudación en taquilla. El día de su preestreno en Estados Unidos ganó 25.2 millones de dólares, la mejor cifra en el mes de febrero y el segundo mejor estreno de Marvel Studios (por detrás de Los Vengadores: La era de Ultrón).
Ahora quien cuenta los billetes verdes es Disney, que adquirió Marvel Entertainment en 2009 por 4,000 millones de dólares.
Y no parece que la mina de oro se le vaya a terminar pronto, porque la adquisición de 21st Century Fox en diciembre (por 52 mil mdd) le dará acceso a personajes como los X-Men, Los Cuatro Fantásticos y Deadpool.
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