Volkswagen ya dijo qué gará respecto al uso de cañones antigranizo en su planta de Puebla.
Después de que campesinos de zonas aledañas a la fábrica denunciaran que el uso de estos dispositivos ahuyentaba las lluvias y provocó la pérdida de 2,000 hectáreas de cosechas, la empresa decidió suspender los bombardeos que realizaba hacia el cielo.
Sin embargo, no los detendrá por completo. La automotriz de origen alemán llegó a un acuerdo con el gobierno local que le permitirá disparar los cañones de manera manual “cuando las condiciones meteorológicas determinen la inminente caída de granizo” en las zonas donde se ubican sus vehículos.
VW dijo que invertirá en el tendido de mallas antigranizo para proteger sus unidades ante las condiciones climatológicas.
En un comunicado, la empresa también ofreció escuchar a los campesinos: “Volkswagen de México mantendrá el diálogo de manera permanente con las comunidades vecinas, en donde presentará la información sobre el uso de estos dispositivos y atenderá las inquietudes que surjan de estas reuniones”.
