A la larga lista de escándalos que persiguen a Emilio Lozoya Austin, exdirector general de Pemex, se le suma uno más que podría darle el golpe final: la compra de aeronaves a cargo de Pemex para su uso personal.
De acuerdo con un informe de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en el 2015 Lozoya gastó 174 mil pesos diarios (64 millones de pesos en total) para transportarse vía aérea a destinos turísticos y privados, los cuales nada tuvieron que ver con sus actividades ejecutivas en Pemex.
Los privilegios del exdirector de la petrolera mexicana incluyen 184 viajes en helicóptero con origen o destino a su domicilio: un lujoso departamento en la Torre Arcos, ubicada en Paseo de los Tamarindos, en la Ciudad de México, donde los inmuebles tiene un precio promedio de 500 mil dólares (cerca de 10 millones de pesos).
No sólo eso. Lozoya Austin realizó 162 vuelos nacionales a playas como Cancún, Zihuatanejo, Huatulco y Ciudad del Carmen.
También utilizó la aeronave para viajar en 42 ocasiones a los Estados Unidos: 13 veces a Nueva York, ida y vuelta, ciudad donde tiene un departamento; 4 a Houston, 2 a Los Ángeles y una a San Antonio, entre otras.
Las aeronaves de Pemex que utilizó Lozoya Austin para viajar a costa del erario federal fue un Cessna Citation Sovereign 2009, comprado en 203 millones de pesos y un helicóptero Eurocopter EC-145 Augusta 2014 AW 109 Grand New, adquirido en 118 millones de pesos por la empresa paraestatal.
Las dos aeronaves fueron compradas entre el 2014 y 2015 como parte del proyecto “Fortalecimiento de las Capacidades Operativas de Pemex”, que tenía como objetivo proteger las instalaciones industriales de Pemex contra el narcotráfico y el crimen organizado.
Pese a que Pemex aseguró a la ASF que todos los pasajeros que utilizaron las aeronaves eran funcionarios, la ASF determinó que no se logró comprobar ni justificar que los vuelos realizados por Lozoya se consideraran “estratégicos” y de “seguridad nacional”, como establece el proyecto de costo y beneficio que respaldó las adquisiciones de estas aeronaves.
“No existe transparencia en el uso de estos equipos y no se pudo verificar si los vuelos se realizaron para los fines institucionales”, concluyó la ASF en la revisión de la Cuenta Pública de Pemex 2015.
BizNext publicó en diciembre pasado que Emilio Lozoya fue uno de los funcionarios más polémicos del gabinete de Enrique Peña Nieto, pese a que su paso por la administración pública fue relativamente efímero: dirigió a Pemex de diciembre del 2012 a febrero del 2016, para después abandonar el país y regresar a vivir a Nueva York.
Sin embargo, ese tiempo fue suficiente para que se le involucraran en al menos tres presuntos casos de corrupción. El más reciente se dio a conocer a finales de diciembre por parte del Departamento de Justicia de Estados Unidos ante el cual la constructora brasileña Odebrecht admitió haber pagado sobornos a altos funcionarios de México y otros países.
Los documentos exponen que Odebrecht realizó pagos por alrededor de 10.5 millones de dólares a altos funcionarios del Gobierno en México para asegurar contratos de obras públicas; la mayoría durante la gestión de Lozoya. Como resultado de ello, logró beneficios por más de 39 millones.
Lozoya también salió a relucir en los famosos #PanamaPapers, pues supuestamente buscó al despacho panameño Mossack Fonseca para crear una empresa en Dubai.
Y en febrero del 2014, Banamex acusó a la empresa Oceanografía de fraude por 400 millones de dólares, los cuales utilizó para financiar cuentas por pagar con Pemex.
Asimismo, en julio de 2015 se reveló un presunto acto de corrupción en el que estaría involucrado el exdirector general de Pemex. De acuerdo con audios filtrados a la prensa, Lozoya se habría reunido con el presidente de OHL, Juan Miguel Villar Mir, para acordar los términos de su participación en licitaciones de Pemex, lo cual negó.
Con información de Reporte Índigo