La gran concentración de sargazo en las costas del Caribe mexicano se ha convertido en un problema, pero un grupo de científicos podría tener la fórmula para frenarlo.
Resulta que los investigadores de la Unidad de Energía Renovable del Centro de Investigación Científica de Yucatán (CICY) desarrollaron una metodología para producir biogás (metano) a partir de la macroalga marina, un hongo de la región y un inóculo bacteriano.
Los especialistas se pusieron a trabajar en el tema desde hace poco más de un año, cuando se dieron cuenta de que el sargazo iba en aumento.
Raúl Tapia Tussel, investigador del CICY, explicó que hasta el momento, a nivel laboratorio, han obtenido 104 litros de gas por kilogramo de sargazo, y ahora buscan escalar el procedimiento.
Con este biogás podría obtenerse bioetanol, una sustancia que puede usarse como combustible para automóviles.
En estados afectados por el sargazo,como Quintana Roo, el gobierno ha gastado más de 80 millones de pesos para atender la situación.
La UNAM ha advertido que estas cantidades atípicas de la macroalga en las playas mexicanas puede desaparecer a varias especies marinas y a corto plazo puede traer consecuencias económicas, por lo que propuestas como las de estos científicos son particularmente importantes para remediar la situación.
