Nació como la solución definitiva al congestionamiento vial de las ciudades más pobladas del mundo, pero no tardó en convertirse en un fierro olvidado hasta por quienes lo diseñaron.
A principios de este año, el mundo se maravilló por un autobús elevado que ‘se comería’ a los otros automóviles al pasar por encima de ellos, lo que prometía con reducir el tráfico típico de las horas pico.
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Sin embargo, al cabo de unas semanas, la burbuja de emoción por este concepto comenzó a desinflarse debido a que comenzaron a circular rumores de que la empresa china que fabricaría este vehículo era más una firma fraudulenta que una compañía seria.
Tras algunas pruebas en una ciudad al este de Pekín, se descubrió que el autobús elevado era una idea diseñada para fracasar. La fama de este proyecto acabó por desvanecerse cuando se descubrió que la empresa que lo materializaría era dirigida por alguien que no había acabado ni la secundaria.
Al poco tiempo el mundo descubrió que todo se había tratado de un intento de fraude, una forma de sacarle dinero a los inversionistas interesados en traer ese proyecto a sus ciudades.
El resultado del fracaso de su diseño, mismo que exigía que se instalaran rieles sobre las avenidas para que el autobús avanzara y que hacía imposible que se moviera en otra dirección que no fuera atrás o adelante, fue su inevitable abandono, evidenciado por esta foto que se ha vuelto viral.
Ahí yace un sueño por mejorar la movilidad en las ciudades: abandonado, destrozado y oxidado.
¿Crees que alguien debería retomar este proyecto?
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