Para el retorno a las actividades en la Ciudad de México se planteó un esquema llamado 4×10, que implica que las jornadas laborales ahora serán de 4 días en la oficina y 10 días en casa con el fin de evitar un rebrote de COVID-19.
Como parte del ‘Plan de la nueva normalidad’, presentado por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, se planteó este esquema que sólo podrá aplicarse cuando el semáforo epidemiológico esté en naranja.
¿En qué consiste la propuesta?
De acuerdo con José Merino, titular de la Agencia Digital de Innovación Pública (ADIP), la lógica de la propuesta se basa en que durante los 4 días de trabajo aunque la persona se contagie de COVID-19, no podrá contagiar a nadie, pues el enfermo tarda entre 3 y 5 días para desarrollar síntomas.
Mientras que los 10 días en casa permitirán que el trabajador desarrolle los síntomas, en caso de haberse enfermado, y así no podrá contagiar a sus demás compañeros.
La propuesta fue retomada de una universidad israelí y se está dialogando con las cámaras empresariales de la Ciudad de México, para ver las distintas necesidades y capacidades de cada industria, pues no todos los sectores económicos la podrían adoptar.
Además, se contempla reducción de las jornadas laborales, aplicación de horarios escalonados y seguir con home office para evitar un rebrote de COVID-19.
De acuerdo con Sheinbaum la CDMX estará en semáforo rojo por lo menos hasta el 15 de junio.
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