En un hecho inaudito para muchos gobiernos del planeta, el emir de Dubái en los Emiratos Árabes Unidos, Sheikh Mohammed bin Rashid al-Maktoum, despidió a varios burócratas de alto nivel luego de descubrir que no habían llegado a trabajar a las 7 y media de la mañana.
Luego de una visita sorpresa a las oficinas de la administración de una de las ciudades más ricas del mundo, el jeque Mohamed descubrió los escritorios vacíos de sus empleados, mismos que, sin importar su rango, fueron destituidos de su cargo inmediatamente.
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En un video publicado en sus redes sociales se puede ver cómo el también primer ministro y vicepresidente de los Emiratos Árabes Unidos inspeccionó instalaciones gubernamentales durante el domingo pasado, día en que, en aquel país, se trabaja normalmente.
Aquel día, nueve altos mandos perdieron su empleo, entre ellos directores y secretarios de diferentes departamentos encargados del funcionamiento de la cosmopolita urbe de Medio Oriente.
En un comunicado oficial, al-Maktoum agradeció a sus empleados por sus servicios antes de hacerles saber que su emirato necesita una nueva generación de liderazgo que sea puntual, comprometido e innovador.
La mano dura del jeque Mohamed parece estar enfocada en maximizar la productividad con el fin de continuar haciendo de su emirato una potencia industrial y comercial.
Ante la noticia nos preguntamos si este tipo de medidas podría funcionar en un país como el nuestro cuando se aplican de forma pareja, sin mirar puestos, trayectoria o amistades.
