Un diseñador francés llamado Philippe Starck se dio a la tarea de imaginar el teléfono inteligente del futuro y el resultado parece sacado de una película de ciencia ficción.
El aparato no tiene pantalla y sus imágenes las proyecta a través de una tecnología holográfica añadida en su interior.
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La carcasa, como puedes ver en las imágenes, es traslúcida, lo que revela su minimalista interior que apenas deja ver un par de circuitos tradicionales.
Este diseño, por novedoso que parezca, no es nuevo. En realidad, su primera versión se esbozó hace 22 años para presentarse en la feria tecnológica berlinesa IFA de 1995.
Sin embargo, en ese entonces, el aparato implementaba tecnologías que en ese entonces nadie se habría imaginado en un teléfono celular.
Más de dos décadas más tarde, Starck, en colaboración con el diseñador gráfico Jerome Olivet, renderearon una versión actualizada del Alo, nombre con el que bautizaron al extraño dispositivo sin pantalla ni botones físicos.
El funcionamiento que proponen Starck y Olivet es un tanto extraño (pero puede que en unos años sea común): se trata de un teléfono que, a falta de pantalla, proyecta video, fotos y mensajes en tres dimensiones, como lo hacen en las películas de Star Wars.
Alo se controlaría por control de voz, función que, si consideramos los avances de los asistentes inteligentes como Alexa, Cortana o Siri, no luce tan lejana de la realidad como lo hubo hecho en 1995, cuando estas tecnologías aún estaban a años de ser comunes en los teléfonos.
El aparato sería moldeado en aluminio que le garantizaría protección en caso de golpes o caídas y su carcasa sería flexible.
Casi como un OVNI, Alo vibraría y emitiría varios patrones de luces para avisar cuando te ha llegado una notificación de mensaje o si has recibido una llamada.
Como puedes darte cuenta por la falta de displays tradicionales, Starck no es un fanático de las pantallas, por lo cual le ha negado esta tecnología a su aparato hipotético.
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Por obvias razones, Alo aún no existe y se encuentra únicamente en fase de prototipo, pero el francés asegura que ya trabaja con varios diseñadores industriales y técnicos especializados para traer su teléfono a la realidad.
¿Realmente funcionaría un aparato como este?
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