Quentin Tarantino es un director único. Una filmografía de pocas películas, pero casi todas de culto. “Pulp Fiction”, “Kill Bill”, “Reservoir Dogs” -la primera- “Malditos Bastardos” hasta “Érase una vez en Hollywood” revolucionaron el cine.
No hace falta que esté de actualidad, ni mucho menos que haya estrenado una película. Ya ha avisado que su siguiente película -la número 10- será la última. Esta fue su plan desde el inicio de una carrera. Tarantino es un cineasta que se ha mezclado como pocos en la cultura popular, como icono pop, pero también como signo de pura cinefilia.
El sitio especializado en cinematografía Fotogramas, le hizo a Tarantino una gran pregunta concreta. ¿Quién, en su opinión, el mejor actor de la historia del cine? No es una interrogante para un director que ha trabajado con grandes de la industria.
En una entrevista con Charlie Rose sobre “Jackie Brown”, no dudó en afirmar que tenía muy claro que Robert de Niro era el mejor.
Se merece su reputación como mejor actor de su generación. “Creo que es el mejor actor del mundo. Nunca he visto a un actor tan completamente consumido por el personaje; tan dentro de verdad del personaje durante el trabajo”.
Tarantino: De Niro no sigue los pasos del guión
El cineasta afirmó que la mayoría de actores piensan lo que van a hacer en varios pasos. Sin embargo, Robert De Niro tiene la capacidad de estar solamente en el momento. El actor sigue con lo que tiene que hacer en escena porque, al estar tan dentro del personaje, no puede hacer otra cosa.
De Niro, según Tarantino, no sigue los pasos marcados en el guión, sino que utiliza su arte e inteligencia. Al menos eso es lo que afirma Tarantino de un actor con el que solo ha trabajado, por ahora, en una reivindicable “Jackie Brown”.
Curiosamente, esta película que rinde tributo al “Blaxploitation” de los años 70, no es de sus obras más reconocidas.
Tarantino es de ideas absolutas, contundentes, que expresa sin temor a molestar a nadie. Por eso, cuando le preguntas quién es el mejor actor de la historia no recurre a un fallecido, ni tampoco a uno de sus actores fetiche.
