Como parte de la Reforma Energética implementada en el sexenio de Enrique Peña Nieto, se creó una red de gasoductos privados a través de la CFE, y sus filiales CFEnergía y CFE Internacional, con los que se pretendía impulsar el uso de energías limpias para generar electricidad y bajar las tarifas, pero esto no ocurrió.
El costo de estas obras asciende a 846 mil millones de pesos que terminarán de pagarse hasta 2043, pero su construcción está parada, inconclusa o parcialmente funcional y en su conjunto, la red opera apenas al 8.1% de su capacidad, de acuerdo con una investigación publicada por los medios Quinto Poder y Código Magenta.
La cifra es cuatro veces superior a los 195 mil millones de pesos que se proyectaba costaría el ahora cancelado aeropuerto de Texcoco.
Sin embargo, la CFE está obligada a pagarle a los prestadores de servicios porque así lo establecen los contratos, que se hicieron “a modo” para beneficiar a las empresas.
La investigación, titulada ‘#DesfalcoProfundo: El gran robo de la Reforma Energética de Peña Nieto’, ejemplifica el caso del gasoducto marino Texas-Tuxpan, uno de los 23 contratados por CFEnergía que tendrá un costo financiero de 192 mil millones de pesos, según proyecciones de pago de la Comisión.
Pero para que esta obra —que ha sido pospuesta en dos ocasiones— funcione, necesita del gasoducto Nueces-Brownsville, ubicado en Estados Unidos y que fue contratado a través de CFE International, el cual terminará costando otros 42 mil millones de pesos. A la fecha, no hay información oficial que indique si la obra ya fue terminada.
De acuerdo con la investigación, las complicaciones no terminan ahí, ya que aunque el ducto lograra entrar en operación llevaría gas natural a la Termoeléctrica de Tuxpan, que aún no ha sido habilitada para transformar el hidrocarburo en energía eléctrica, pese a que existe un proyecto para ello desde hace un año.
En sus conferencias matutinas, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha mencionado algunos ductos privados que no funcionan, pero que CFE debe pagar.
Mientras que Manuel Bartlett, actual director de la CFE, ha mencionado que “de continuarse esos contratos, la CFE está en una posición realmente de quiebra, por lo que es necesario hacer una revisión”.