Hilasal Mexicana, empresa que se dedicaba a fabricar y comercializar toallas, anunció una liquidación anticipada.
La empresa tomó la decisión ante la imposibilidad de desarrollar sus actividades. Aunque la desaparición de la compañía fue aprobada hace unos días, aún mantendrá su personalidad jurídica para enfrentar el proceso de liquidación.
En febrero, la empresa había anunciado que no podía mantener sus operaciones normales de producción, distribución y venta por el largo proceso de aprobación de la sentencia definitiva del concurso mercantil al que entró en 2012.
En ese entonces, la empresa había entrado a concurso tras incumplir con sus obligaciones financieras y salió en 2014 cuando logró pactar con la mayoría de sus acreedores, pero algunos de ellos, como Santander Hipotecario, no accedieron e impugnaron en tribunales.
La aprobación final llegó en julio de 2017, pero parece que ya era demasiado tarde.
Hilasal nació hace 37 años en El Salto, Jalisco, producto de una alianza entre empresarios de México y El Salvador.
La compañía se convirtió en el principal fabricante en México de toallas y batas hechas 100% de algodón y durante la década de los 90 tuvo un fuerte crecimiento, pero la caída del peso frente al dólar por la crisis económica de 2008 incrementó sus deudas y a eso se sumaron factores como la subida en los precios del algodón y la competencia china.