Dicen que para hacer un omelette es necesario romper algunos huevos y Elon Musk lo sabe bien. El empresario compartió en su cuenta de Twitter el video de un cohete Falcon 9 de SpaceX, su empresa aeroespacial, que se estrelló al aterrizar sobre una plataforma en el océano Atlántico.
Sin embargo, el accidente no representó un golpe duro para la empresa, que había logrado tres aterrizajes consecutivos con éxito, además de que la nave cumplió su misión de poner en órbita dos satélites.
Musk también expresó que 2016 es un año de “experimentación” para Space X y que espera que los aterrizajes tengan una probabilidad de éxito de 70 por ciento.
En su búsqueda por el desarrollo de cohetes reutilizables y bajar los elevados costos de enviarlos al espacio (los lanzamientos pueden costar hasta 260 millones de dólares), Elon ha pasado por otros obstáculos. En junio de 2015, una cápsula del Falcon 9 no tripulada explotó poco después del lanzamiento y el pasado enero otra nave se estrelló al aterrizar en una plataforma marina.
SpaceX prevé lanzar sus primeros vuelos tripulados en 2017 para transportar a los astronautas de la NASA al espacio. Después de lograrlo, trabajará en la ambiciosa meta de llevar humanos a Marte en 2024.
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