Corona, la cerveza importada más consumida en Estados Unidos, podría ver afectadas sus ventas por las constantes amenazas de Donald Trump de imponer aranceles a los productos mexicanos.
A la luz del potencial destructivo que los tuits del presidente electo han demostrado tener con la industria automovilística, la empresa estadounidense que distribuye Corona en aquel país ya ve venir malos días.
Relacionado: Trump quiere que más empresas regresen sus inversiones a EU
Como indica CNN Money, al día siguiente de que se anunciara que Trump sería presidente, las acciones de Constellation Brands, firma encargada de llevar la Corona al paladar de los estadounidenses, sufrieron una caída del 7% en su valor.
Cada vez que Trump condena a una empresa nacional o extranjera de fabricar sus productos en México para venderlos en su país, la gente de Constellation Brands ve con preocupación la inevitable pérdida de confianza de sus inversionistas.
La probable renegociación del TLCAN que Trump ha anunciado una y otra vez tiene el potencial de afectar las actividades de la importadora, misma que ya busca maneras de que el magnate no afecte los envíos de Corona, Pacífico y Modelo a EE.UU..
Por meses Trump ha hecho clara su intención de imponer fuertes impuestos fronterizos a las empresas que muden sus operaciones en Estados Unidos a México, pero en el caso de Constellation, sus productos son hechos en su país de origen.
Aun así, Robert Sands, CEO de la empresa en cuestión, dijo sentirse optimista sobre lo que le aguarda la administración Trump porque, según él, tiene las estrategias necesarias para contrarrestar el alza en los aranceles.
Por un lado, existe la posibilidad de comenzar a depender menos de las embotelladoras mexicanas para impulsar el proceso de embotellamiento en Estados Unidos.
Por el otro, se podría dar prioridad el uso del gas natural estadounidense frente al de México en el proceso de fabricación de botellas.
Habrá que seguir muy de cerca el desarrollo de esta industria, la automotriz y otras que se vean afectadas por la incipiente política de consumo interno del próximo presidente de Estados Unidos.
También te interesará: BMW ignora amenazas de Trump; abrirá planta en México