Los taxistas están furiosos de que Uber y Cabify sigan operando y creciendo en territorio nacional, por lo que ya amenazaron con organizar un paro general.
Diversas organizaciones de taxistas liderados por el Frente de Taxistas Concesionados y Organizados de la Ciudad de México se unieron para conformar el Movimiento Nacional del Taxi, mismo que ha enviado un ultimátum al Secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, para que las apps de chofer privado desaparezcan del país.
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De no cumplir con las exigencias, se amenazó con organizar un paro indefinido a nivel nacional y, por si esto fuera poco, el Movimiento Nacional del Taxi aseguró que algunas unidades de transporte público de 29 estados del país también detendrán sus actividades en apoyo a su situación.
Esto, por supuesto, afectará a gran parte de la población que depende su transportación a estos servicios, lo que podría presionar al gobierno a establecer el diálogo entre representantes de los taxistas, Cabify y Uber.
Sin embargo, el público, en especial los usuarios de las apps en discordia, tienen otra opinión. Ellos creen que los taxistas se han ganado su rechazo debido a la mala calidad de su servicio, las lamentables condiciones de sus vehículos y la inseguridad de algunas unidades.
‘Renovar o morir,’ dicen algunos de los usuarios que, convencidos de que Uber y Cabify son buenas alternativas para quienes están hartos del servicio de los taxis tradicionales, piden profundos cambios estructurales y laborales que renueven la confianza del público en este tipo de transporte.
Por un lado, los taxistas piden que su competencia desaparezca por considerarla apócrifa, pero por el otro no se comprometen a mejorar los mismos defectos que han orillado a algunos de sus usuarios a usar Uber o Cabify.
Lo que no toman en cuenta los quejosos es que dichas aplicaciones no les arrebatan un público importante debido a que un gran sector de la población no tiene las tarjetas de crédito o débito necesarias para darse de alta en las apps.
Los taxistas pueden descansar tranquilos debido a que su público tradicional sigue y seguirá ahí, haciendo uso de su servicio, mientras que las dos apps en cuestión satisfacen un mercado completamente diferente, uno con un nivel socioeconómico mayor que les permite ampliar su abanico de opciones de transporte terrestre.
Aún así, las amenazas de paro indefinido continúan y si el diálogo no se establece en dos semanas, millones de mexicanos tendrán que buscar otras alternativas para llegar a sus destinos.
Alternativas como, irónicamente, Uber o Cabify, que, como en ocasiones anteriores, se han beneficiado de las paralizaciones organizadas por los taxistas.
¿Tú qué opinas sobre esta pugna? ¿Uber y Cabify se van o se quedan?
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