Singapur es una nación muy joven que inició su vida como territorio independiente hace apenas 51 años.
Sin embargo, en su corta historia ha logrado fortalecer a sus estudiantes, el futuro de su sociedad, con un robusto sistema educativo que ya supera al de Japón y Finlandia.
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Cuando Singapur se independizó, la mayoría de su población no sabía leer ni escribir, pero en poco más de medio siglo, sus agresivas reformas educativas lograron revertir este fenómeno, convirtiendo a sus estudiantes en los más preparados del planeta.
Esto contrasta con el nivel educativo de México que, gracias a las pruebas PISA que se realizan a nivel mundial, dejó ver lo alarmantemente rezagado que se encuentra.
Mientras naciones jóvenes y tradicionalmente ‘pobres’ de Asia destacan en los primeros lugares de dicha evaluación, México, una nación con más de 200 años de historia y cuna de la primera universidad en América, cayó al lugar 58 del ranking Mundial, muy por debajo de Chile y Uruguay, líderes en la región.
De acuerdo a una investigación de la BBC, la diferencia entre los estudiantes de Singapur y los mexicanos es un sistema educativo centralizado que permite que todos reciban el mismo tipo de educación.
En la nación asiática, los maestros de todo el país son entrenados en el Instituto Nacional de Educación.
Además, el nivel que se espera de cada educador es el más alto, pues los maestros en Singapur están considerados como parte fundamental del futuro de la nación.
Sólo 5% de los graduados universitarios mejor calificados obtienen una plaza en el sistema educativo de aquella nación.
Por otro lado, los estudiantes aprenden a resolver diferentes problemas a través de la experimentación y el intercambio de ideas y no por mera memorización, como llega a suceder en el método tradicional mexicano.
En Singapur los estudiantes buscan resolver problemas en equipo y no de forma individual, lo que permite el desarrollo de nuevas soluciones y una mejor comunicación entre los alumnos.
Los padres también juegan un rol importante en la educación, pues es muy común verlos llevando a sus hijos a centros de aprendizaje en los que refuerzan lo aprendido en la escuela.
Por esta y más razones, Singapur quedó en primer lugar de las pruebas PISA de este año, mientras que México dejó ver que, en décadas, el nivel educativo de sus generaciones más jóvenes no ha avanzado mucho.
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