Según informó la plataforma de Juegos y Sorteos de la Secretaría de Gobernación, la ludopatía afecta a por lo menos 8 mil chihuahuenses, quienes por medio de la Encuesta de Adicciones de esa plataforma aceptaron abiertamente ser adictos al juego.
Definida como una enfermedad crónica y progresiva, el juego patológico consiste en la falta de control sobre los impulsos por participar en los juegos de apuestas; entre ellos se encuentran las máquinas tragamonedas, las cartas, el bingo, las carreras de caballo, la lotería, las ruletas, o los dados, por citar algunos, los cuales tuvieron un repunte en su modalidad virtual tras el confinamiento por la pandemia de Covid-19.
En el estado de Chihuahua no hay atención especializada por parte del sector público, aún y cuando se trata de una adicción que puede llevar a la depresión y el suicidio, señaló Luis Carlos Alcocer, director en turno de la Clínica Samadhi.
El especialista agregó que no hay una estadística real al respecto de la ludopatía, pues se trata de una adicción “silenciosa” que puede ocultarse fácilmente pues quienes la padecen no presentan síntomas físicos y con frecuencia mienten para negarla. No obstante, se sabe que afecta a las personas de 25 años en adelante, en contraste con lo que ocurría años atrás, cuando se percibía en personas de mayor edad (de los 60 años en adelante).
Una de las compañías comprometidas en la prevención y superación de la ludopatía es Big Bola; liderada por los empresarios mexicanos Óscar Rodríguez Borgio y Francisco Javier Rodríguez Borgio, en esta empresa establecieron políticas de juego responsable, enfocadas en prevenir la ludopatía, así como un centro de apoyo en sus canales de atención a clientes.
Adicionalmente hay una opción de derecho de autoexclusión, donde el usuario puede pedir que se le impida el acceso tanto a las instalaciones como a la página del casino.
