Las expediciones lunares tienen como objetivo identificar el lugar ideal para generar un hábitat seguro y crear una base lunar… al parecer lo encontraron en el interior de un túnel de lava intacto.
La Luna, a diferencia de la Tierra no posee una atmósfera o campo magnético que proteja a los individuos que se encuentren ahí, por eso ningún astronauta ha permanecido más de tres días en la Luna, ya que los trajes espaciales no son capaces de protegerlos de las variaciones extremas de temperatura, radiación e impacto de meteoritos.
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Por ello, las expediciones lunares van en busca de lugares idóneos para generar un hábitat seguro para posibles habitantes y encontraron que este lugar es el interior de un tubo volcánico intacto.
El radar de la sonda espacial SELENE (enviada en 2009 a la luna para estudiar sus orígenes y evolución geográfica) detectó unos tubos de lava subyacentes que podrían ser utilizados como una especie de refugio seguro para los humanos y sus instrumentos.
Un estudio publicado en la revista Geophysical Research Letters establece la existencia de este lugar en las Colinas Marius, un cráter que debido a su ubicación y forma resulta ser la mejor opción para proteger a los astronautas de las condiciones peligrosas en la Luna.
De acuerdo con la revista Science Bulletin, los túneles de lava son canales naturales creados cuando un flujo de lava forma una corteza dura, que se espesa y forma un techo sobre la corriente de lava que fluye aún. Una vez que la lava deja de fluir, el túnel en ocasiones se drena, formando un vacío hueco. Y a pesar de que también existen en la Tierra, en la Luna son mucho más grandes.
Para ser detectados, como en este de la Colina Marius, deben tener varios kilómetros de longitud y, por lo menos, un kilómetro de alto y ancho, medidas suficientes para alojar una de las ciudades más grandes de EU.
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